El secretario de Gobierno, Gustavo Zignago, confirmó que existe la sospecha de que los encuentros clandestinos en el marco de la pandemia sean promovidos y no espontáneos. “Tendría que ver con la dinámica de comercio asociado a los jóvenes”, deslizó

Las fiestas clandestinas se realizan constantemente y al parecer, los pedidos de solidaridad y concientización en relación al coronavirus de parte de las autoridades no dan resultado. Tampoco las posibles sanciones. La necesidad de las personas de mantener encuentros, en su mayoría jóvenes, es más fuerte pero quizás, detrás de ese deseo natural de vivir momentos de alegría y dispersión, haya algo más.

En contacto con Radiópolis (Radio 2), el secretario de Gobierno municipal, Gustavo Zignago, se refirió a los múltiples encuentros sociales en los que se reúnen decenas de personas e incluso, escuchan música a altísimo volumen, bailan y hasta beben en improvisadas barras: “Tenemos la sospecha” dijo en relación a la posible organización empresarial de este tipo de eventos. “Estamos sometiéndolo a investigación, le pedimos que se profundice eso a los fiscales que lo tienen y trabajan en esta materia”, manifestó.

“Tiene que ver con la dinámica de comercio asociado a los jóvenes”, consideró y recordó que “la persecución penal está vigente”. Por otra parte, advirtió que la convocatoria a estas fiestas tiene como canal principal las redes sociales.

Días atrás, el fiscal Matías Ocariz habló a propósito de las reuniones ilegales: “Este fin de semana se detectaron varias fiestas ilegales”, confirmó. Y agregó que “el sábado a la noche hubo tres procedimientos” y destacó que “hay situaciones que se encontraron en flagrancia”, o sea con la fiesta en pleno desarrollo.

Luego amplió que “hay personas que están condenadas a prisión efectiva solo por violar la cuarentena y otras que cumplen prisión por violar la cuarentena, pero también tenían otras causas”. "Las penas, si se llega a condena, es de seis meses a tres años de prisión. Hay penas de cumplimiento efectivo y otras de cumplimiento condicional", agregó.

Zignago admitió que existe “una cuestión natural que nos lleva a la búsqueda del encuentro y los 200 días de que lleva esto es condicionamiento más. Pero, como Estado tenemos la obligación de gestionar el problema epidemiológico y en sentido hacer cumplir las normas”, dijo. Aunque reconoció que “están los controles”, apeló a la “responsabilidad social” de cada uno a fin de respetar las restricciones y los protocolos sanitarios.

"La pelea contra las fiestas clandestinas la tienen claramente perdida. Y nosotros miramos el partido de afuera",  aseguró luego también en diálogo con Radiópolis , Juan Pablo Pueyrredón de la Asociación de Industria del Entretenimiento sobre el reclamo de los bolicheros. "Hemos presentado protocolos de apertura, con burbujas de personas y sin pistas de baile. No veo por qué no podemos empezar a transitar un camino de convivencia en este contexto", lamentó,