La ley de Educación Sexual Integral tuvo su media sanción en la cámara de Diputados de Santa Fe y los senadores ya se encuentran trabajando para discutir en las próximas sesiones su aprobación, modificación o rechazo. Al igual que en los años anteriores que se presentó, la iniciativa despierta polémica, principalmente con sectores religiosos.

Desde la Federación de Asociaciones Educativas Religiosas de la Argentina (Faera), mostraron su preocupación por la media sanción y denunciaron que durante la elaboración del proyecto no se tuvo en cuenta el derecho de los padres a elegir el tipo de educación que prefieren para sus hijos y que los mismos “reciban una educación que esté de acuerdo con sus convicciones morales y religiosas”

Por su parte, la diputada provincial Gisel Mahmud, una de las autoras de la iniciativa, explicó en A Diario (Radio 2) que desde mayo que se realizaron reuniones y encuentros en la comisión de Educación con distintos especialistas e integrantes de la sociedad civil. “Creo que se plantea que hay una visión de los padres que no coinciden con la ley y la verdad es que ese es un grupo de padres, hay muchos otros que se expresaron en otro sentido y están a favor”, señaló la legisladora socialista.

Además, las entidades religiosas remarcaron que cada escuela tiene su proyecto de Educación Sexual Integral, que se elaboró en conjunto con las familias y los alumnos y que se basa en la Ley 26.150, “que encomienda expresamente acciones educativas sistemáticas en todos los niveles, vinculando estrechamente la familia y la escuela”.

Algo similar opinó la ministra de Educación de Santa Fe, Adriana Cantero. "La ESI tiene una ley nacional que tiene vigencia desde hace varios años y nosotros estamos trabajando en ese contexto. Esa ley plantea que hay ciertas cosas que hay que respetar como principios y enfoques pero también da a las instituciones la posibilidad de adecuardlo a sus idearios", señaló la funcionaria ante la consulta de la periodista Ivana Fux (Radio 2).

Para Mahmud la ESI no es sólo la ley de educación sexual integral “que se sancionó hace 14 años. “Posteriormente vinieron muchísimas conquistas de derechos y otras regulaciones que hoy son obligatorias en argentina, por ejemplo el matrimonio igualitario”, sostuvo.

Por último, desde Faera alertaron el riesgo que conlleva “introducirnos en el camino del -pensamiento único-, reñido con el sistema democrático y en evidente contradicción con normas constitucionales y legales, como las que garantizan a cada persona su derecho de profesar su culto, de enseñar y aprender, a los padres de elegir el tipo de educación para los hijos conforme con las convicciones morales y religiosas de las familias”.

Según la legisladora, eso no sucederá con la ley que tuvo media sanción en Diputados. “Lo que se critica fundamentalmente es que se incorpore la perspectiva de género dentro de los contenidos, no planteamos que esa perspectiva anula a todas las demás, por el contrario estamos diciendo que tienen que estar todas las perspectivas sobre la mesa”.

“No planteamos que en las escuelas religiosas no se pueda enseñar una perspectiva espiritual ni mucho menos, sino que estamos diciendo que los niños, niñas y adolescentes tienen derecho a recibir información y a entender cómo funciona la sociedad donde se desenvuelven”, concluyó Mahmud.

Pin Parental

En el medio de la discusión, el pastor evangelist. y diputado provincial, Walter Ghione, presentó una iniciativa para que se aplique el “Pin parental” o “Veto parental” para que cada colegio tenga que recibir la expresa autorización de los padres antes de que sus hijos reciban cualquier tipo de materia, charla, taller o actividad “que afecte a las cuestiones morales socialmente controvertidas o sobre la sexualidad”.