Uno de los crímeres perpetrados este sábado 31 de diciembre en Rosario fue el que se cobró la vida de Maximiliano Cáceres, un joven de 33 años que militaba en el Movimiento Evita y era querido por sus vecinos en barrio Saladillo, en donde lo asesinaron durante la madrugada.

Desde hace varios años, Maximiliano colaboraba con Casa Pueblo, un espacio de acompañamiento comunitario y prevención de consumo problemático de sustancias ubicado en zona sur. "Era un compañero muy solidario, que no pudo terminar la secundaria y trabajaba haciendo changas", comentó Alejandra, una de sus compañeras en el Movimiento Evita.

En Casa Pueblo, además de brindar asistencia a quienes tienen problemas de adicciones, también tienen un comedor y merendero al que asisten las familias, niños y niñas del barrio, con quien Cáceres tenía mucha afinidad. Para colaborar, ayudaba cocinando y limpiando cuando se necesitaba.

En diálogo con Rosario3, Alejandra definió al joven como "un pibe laburante que no se metía con nadie" y que convivía, como el resto del barrio, con olas de violencia que recrudecen cada vez más en la ciudad.

A post shared by Mariano Romero (@marianoaromero)

Hace alrededor de un año, recordó la mujer, la sobrina de Cáceres murió tras quedar en medio de un episodio que incluyó disparos efectuados desde una moto, que habrían estado dirigidos a otras personas pero que terminaron impactando en su cuerpo. Este sábado, la violencia volvió a golpear a la familia.

"Maxi es el cuarto compañero que muere en estas circunstancias", lamentó la referente de la organización, desde la que se desarrollan distintas tareas y se organizan actividades para el barrio.

Con respecto al crimen de esta madrugada, solo señaló que a Maximiliano le habrían disparado luego de una discusión que se produjo en la vereda de su casa. Allí se encontraba junto a otros vecinos festejando y compartiendo una despedida de año.

El del joven de 33 años fue uno de los cuatro asesinatos que se registraron durante el último día del año, dos de ellos perpetrados en el marco de un doble crimen. Con estos números, Rosario cerró el 2022 con la cifra más alta de homicidios de su historia: 286 crímenes en un año.