La antropóloga feminista Rita Segato opinó sobre la crisis política en Bolivia y fue muy crítica del presidente derrocado Evo Morales. Dijo que fue víctima de un golpe de Estado “oportunista” que aprovechó sus errores para desplazarlo del poder y que en tal sentido, “cayó por su propio peso”. También previno contra la “canonizaón” de Morales, sin considerar su autoritarismo y machismo; y exhortó a pensar en la complejidad y no términos binarios.

“En mi comprensión de los sucesos, Evo cayó por su propio peso –sostuvo Segato entrevistada por Radio Deseo de Bolivia–. Él incurrió en acciones a lo largo del tiempo que le causaron un quiebre de la credibilidad y luego un quiebre de la gobernabilidad. Para mí no ha sido la víctima de un golpe sino la víctima del descrédito general en que se encontró en razón de varias de sus acciones”.

Con todo, hacia el final de la entrevista la antropóloga argentina que vive en Brasil, aclaró que sí se dio un golpe de estado pero con una modalidad nueva: “Se da después de un vacío de poder, después de una falta de credibilidad y de gobernabilidad, basada en la pérdida de apoyo de la figura de Evo por sectores muy amplios de la población. Y fue un golpe oportunista que sucede a posteriori de ese vacío de poder que se genera por los muchos errores y excesos del gobernante".

La especialista enumeró una serie de episodios que, según ella, socavaron la legitimidad y gobernabilidad de Evo Morales. Entre ellos, menciona los incendios forestales ocurridos entre los meses de julio y octubre de este año en el bosque Chiquitano, ante los que se comportó “de manera muy parecida” al presidente de Brasil, Jair Bolsonaro. “No declara la emergencia nacional y por lo tanto no llama a comparecer a las fuerzas de auxilio que tienen la obligación de presentarse y prestar servicio ante una catástrofe de esas características. Lo mismo exactamente que Bolsonaro hizo en Brasil con el incendio en la Amazonía”.

También señaló la controversia en torno a la construcción de la autopista TIPNIS, que Morales insistió en realizar pese a que la misma partiría en dos a una rica selva en biodiversidad que es al mismo tiempo un área indígena y una reserva ecológica. “Nos dejó a todos absolutamente perplejos por su negativa para negociar” con las comunidades indígenas, pese a las críticas y cuestionamientos de diferentes sectores, explicó Segato.

Y los acontecimientos en torno al referéndum constitucional convocado por Morales en 2016, sobre la posibilidad de ser reelecto para un nuevo mandato, y que el gobernante perdió por el 51% de los votos. “Se fragilizó” y “perdió credibilidad”, afirmó Segato.

“La gente se pregunta: «¿Es momento de criticar a Evo cuando las fuerzas que están surgiendo y presentándose, y la violencia nos obligarían a olvidar las criticas contra él para ocuparnos de lo más urgente?». Yo soy de la opinión de que no se puede perder esta oportunidad para hacer las críticas. Siempre con un principio que hemos utilizado mucho en materia de Derechos Humanos, pero que deberíamos empezar a utilizar en la política, que es el del principio de la no repetición”, recomendó y propuso, entonces, hacer las críticas a “la manera autocrática” de hacer política de Morales, a “la militarización del país” y, también, a la manera “machista” del líder del MAS.

“Ahí emerge el hecho de que Morales es un sindicalista, y no un aymara”, llamó la atención y recordó la negativa de Evo a respaldar la candidatura de David Choquehuanca como candidato presidencial y la insistencia en su reelección.

“Hizo que fuera muy fácil para las fuerzas que siempre conspiran, que acechan, que están muy bien orquestadas, que tienen una asesoría internacional (...)”, dijo Segato, crítica a su vez del actual gobierno interino de Bolivia, encabezado por la senadora Jeanine Áñez. “Un gobernante debería tener conciencia de esto, percibir los riesgos que corre y la necesidad de no equivocarnos”, agregó.

Párrafo aparte merece las críticas de Segato al machismo de Morales. Según ella, en Argentina su figura se encuentra “prácticamente canonizada”, por lo que es muy difícil mencionar frases del mandatario, como cuando dijo que se retiraría "con mi charango, con mi coca y con mi quinceañera”.

En ese contexto, Segato instó a las mujeres a trabajar porque el machismo de los gobernantes ya no sea visto como un dato secundario o menor. A su entender, frases como aquella de Evo “son relativizadas y perdonadas como parte de una costumbre que no hace mal a nadie”.

“Es un error muy grande, porque ahí se delata el autoritarismo de un gobernante. El autoritarismo y la pretensión de estar por encima del bien y del mal. Es un tema central. La agresión verbal, física, psicológica, moral a las mujeres es una agresión política que delata la voluntad de poder”, explicó.