El futuro de Marcelo Sain como funcionario público en la provincia de Santa Fe está "cantado", como dijo él mismo la semana pasada, porque salvo una decisión de la Cámara Laboral que ponga en tela de juicio la competencia de la Legislatura santafesina para sancionar su presunto mal desempeño, este jueves a las 15 será destituido como director del Organismo de Investigaciones. Y si eso se concreta, asoman detrás cambios o una puja por la conducción de la seguridad pública, hoy en manos de Jorge Lagna pero con la sombra del equipo que designó Sain.

De acuerdo al anticipo del programa Telenoche (El Tres), el primer paso para la destitución puede concretarse este miércoles: a la mañana se reúne la Comisión de Acuerdos que lo escuchó la semana pasada y está previsto que salga un dictamen de mayoría para votar su destitución. Esa moción tiene fecha inmediata para tratarse, y es el próximo jueves a las 15, en la sesión conjunta a la que fueron convocados los diputados y senadores santafesinos.

En la Legislatura asoma un amplio rechazo a la figura y el desempeño del ex ministro de Seguridad y actual director del Organismo de Investigaciones del MPA. El "amplio" incluye a todas las fuerzas, entre ellos un sector del PJ. También del Frente Progresista, el radicalismo y Juntos por el Cambio.

Por eso, lo único que puede frenar antes o dejar en suspenso después la decisión que adopte la Legislatura es una resolución de la Cámara Laboral de Rosario, a la que Sain recurrió tras el rechazo de una cautelar que buscó en el Juzgado Laboral N°2 de los Tribunales locales la semana pasada. Es la vía judicial que sigue y seguirá en Santa Fe, y que delegó al abogado Hernán Martínez.

El escenario más incómodo para la seguridad pública y las investigaciones judiciales en las que tiene injerencia es que diputados y senadores lo destituyan pero detrás la Justicia Laboral imponga suspenso. La tensión se elevaría a un punto insostenible para una provincia en la que la violencia no da margen.

El recorrido y el futuro

El detonante es un proceso contra Sain por presunto mal desempeño -faltas graves- por realizar actividades de proselitismo partidario, algo prohibido para su función judicial, fundamentalmente en redes sociales. Al concurrir a la Legislatura, el ex ministro llegó haciendo la "V" de la victoria.

Allí dijo que es víctima de una persecución por ser parte de investigaciones que incomodan a parte de la política, apuntó contra los titulares de la Corte Suprema y los fiscales, entre otros, recusó al acusador Lisandro Enrico y aseguró que no tuvo margen para presentar prueba a su favor.

Más allá de eso, arrastra también otros procesos que incluyen la suspensión de su mano derecha en Inteligencia del OI por irregularidades que lo vinculan, y causas penales abiertas cuya figura aparece en el horizonte como una presunta licitación direccionada para la compra de armas, entre otras que se tramitan bajo un completo hermetismo.

Ese quizás sea el fondo. Sobre las formas, fueron pocos los que pusieron la voz en alto para cuestionarlas. Uno fue Roy López Molina (Juntos por el Cambio), presidente de la Comisión de Seguridad del Concejo Municipal, que dijo que "no es llevarse puesto a un funcionario sino terminar con investigaciones que llevaron a policías, fiscales, legisladores y empresarios a rendir cuentas a la Justicia".

Sain, que habló la semana pasada con El Tres en Santa Fe, le dijo a la periodista Ivana Fux que el proceso en su contra "tiene final cantado".

-¿Donde se imagina?

-No sé. Hay mucha ansiedad en otras instancias gubernamentales.

-¿Nacionales?

-No tengas ninguna duda.

-¿Se va con Aníbal (Fernández)?

-Estoy peleando fuertemente por una Embajada.

La conducción de la seguridad pública

Su última frase, en broma, fue a tono con la salida de muchos funcionarios de sus cargos. Lo cierto es que junto a una resolución de fondo sobre el futuro de Marcelo Sain podrían surgir cambios en el Ministerio de Seguridad de Santa Fe, en el que Jorge Lagna asumió en marzo pero con el equipo conformado por Sain, algunos de ellos funcionarios de la confianza de este último que llegaron desde Buenos Aires.

Fuentes oficiales aseguran que la relación entre ellos y Lagna, hombre que forjó su carrera profesional y política en Venado Tuerto, incrementa miradas de desconfianza por la sombra de un doble comando y la injerencia de Sain pero fundamentalmente por las escasas herramientas que le dan para avanzar con su vocación de volcar más presencia policial a las calles.

Es notorio el déficit que ese equipo arrastra para la gestión diaria, entre ellas las dificultades -hasta legales- en licitaciones como la compra de armas, chalecos y patrulleros, que llegan a cuentagotas. También, que aún no se ejecutaron los 3.000 millones de pesos que hace un año le envió el Gobierno Nacional a la entonces gestión encabezada por Sain y cuyo plazo para uso era de pocos meses. Todo eso en el contexto de violencia que atraviesa Rosario, donde crecen los homicidios por segundo año consecutivo a un nivel "inaceptable", según dijo el gobernador Omar Perotti, que fue sólo a "dar la cara" a la marcha en el Monumento; por esos días, salvo a Lagna, no se vio ni escuchó a otros funcionarios del área.

Por eso, la "interna" que no pocos describen, podría tener un hecho bisagra: sin Sain en cargos públicos en Santa Fe podría haber lugar para nuevos funcionarios en los que Lagna confíe un plan. De lo contrario, el ex futbolista y actual ministro hasta dejó entrever que no tiene sentido ejercer sin su impronta. El secretario de Seguridad Pública Germán Montenegro, un hombre de Sain, es el otro nombre en pugna.