El Sol estuvo experimentando un período de calma en términos de actividad solar, pero esto cambió dramáticamente este fin de semana. En menos de 24 horas, el Sol produjo tres erupciones solares de clase M, lo que indica un aumento significativo en su actividad.

La primera erupción, de magnitud 2.9, ocurrió el domingo 3 de agosto. Esta fue seguida por dos erupciones más, una de magnitud 2 el 4 de agosto y otra de magnitud 1.4 que alcanzó su punto máximo 16 minutos después, según el sitio especializado Space.com.

Las erupciones solares son explosiones de radiación que ocurren en la atmósfera solar, causadas por liberaciones repentinas de energía magnética cerca de las manchas solares. Estas erupciones pueden afectar la Tierra, causando interrupciones en las comunicaciones por radio y, en casos extremos, apagones generalizados de radio y afectar a satélites y redes eléctricas terrestres.

Los meteorólogos espaciales están monitoreando la situación en la región de manchas solares 4168 para predecir posibles impactos en la Tierra. Su creciente complejidad y actividad de erupciones sugieren que la región aún puede deparar más sorpresas. Se espera que una débil eyección de masa coronal (CME) pueda llegar a la Tierra a finales de esta semana.