Carrie es una de las historias más conocidas del escritor Stephen King. Con una cuota de terror psicológico y otra de suspenso, la novela dio origen a dos películas.

La magnánima adaptación dirigida por Brian De Palma en 1976, con Sissi Spacek en el rol protagónico, y la no tan feliz remake de 2013, con Chloë Moretz y Julianne Moore.

Desde entonces, el personaje inspira unos cuantos disfraces de Halloween, tal como ocurrió con Sidney Wolfe, una joven de Kentucky (EE.UU). 

Ella se paseo con su traje de Carrie –con un vestido y cubierta de sangre falsa– en la última Noche de brujas. Cuando volvía a su casa en su auto, chocó contra un ciervo

Y si bien el vehículo resultó dañado, ella salió ilesa. Sin embargo, los primeros testigos del accidente, al verla cubierta de sangre en el coche, la dieron por muerta. 

La joven contó la historia en Twitter y compartió una foto tanto del auto como de ella misma disfrazada.