Este fin de semana dos escuelas de Rosario fueron atacadas a balazos por personas desconocidas que además dejaron mensajes intimidantes. Una de esas instituciones fue la José Marmol, ubicada en Larrea al 300 bis en barrio Ludueña. Tras el ataque los directivos acordaron suspender el dictado de clases.

Estamos consternados, tristes y preocupados al ver las paredes de la escuela baleada. Es algo que no queremos naturalizar aunque en el barrio se vive permanentemente. La escuela es un lugar de refugio donde los chicos vienen a aprender y a sentirse seguros”, relató en De boca en boca (Radio 2) la directora de la institución, Ana Rosa Ugarte.

Con respecto al ataque, la funcionaria contó que fue el sábado a la noche y que se enteraron rápidamente de lo ocurrido porque en el lugar vive una docente. “Se encontraron al menos 15 disparos que impactaron en paredes, puertas y algunos en el interior de la escuela. Fue muy terrible lo que pasó”, lamentó.

Además explicó que el mensaje que arrojaron los agresores no tiene nada que ver con la institución ni contra el personal. “Creemos que es entre bandas que quieren utilizar a las instituciones públicas como una forma de hacer llegar su mensaje hacia otras personas que nada tienen que ver con la comunidad educativa”, aseveró.

Por la magnitud del ataque, este lunes no hubo clases en la institución y los directivos decidieron mantener reuniones con los trabajadores y también con las familias, para explicar lo que sucedió. “Estamos viendo cómo rearmar todo y reorganizarnos para continuar con las actividades. Esto nos shockeó demasiado, pero apostamos a no bajar los brazos y que la escuela siga siendo un lugar seguro”, remarcó la directora.

En ese sentido, destacó la importancia social que tiene la escuela para las familias del barrio. “Es el lugar seguro al que los chicos pueden venir, estar amigos y tener un plato de comida caliente si lo necesitan. Es un centro de referencia social para todo el barrio”.

“Atacar la escuela es mostrarnos como un lugar que se puede vulnerar y no lo van a lograr”, afirmó. “Vamos a seguir adelante y mostrarle a nuestros alumnos que no bajamos los brazos, que se puede seguir adelante. Aunque tengamos el portón baleado y los vidrios rotos, nos vamos a reponer”, concluyó.

Acompañamiento institucional

Por su parte, este lunes a la mañana estuvo presente en la escuela el delegado de Educación en la regional Rosario, Osvaldo Biagiotti. “Las instituciones siguen, en casos anteriores ya ha quedado demostrado que las comunidades educativas se sostienen y ponen en valor el trabajo pedagógico que llevaban adelante”, señaló.

El funcionario además explicó que la decisión de no dar clases este lunes tiene que ver con la necesidad de “hacer una pausa” y acompañar a toda la comunidad educativa. “El primer mensaje es, aunque esto parezca poco y no alcance, ponderar y manifestar claramente la ejemplaridad de la fortaleza, la templanza y el compromiso del personal directivo y docentes que todos los días ponen el cuerpo y que se ven fuertemente afectados e intimidados por estos hechos”, sostuvo.