Tras el pedido de la Fiscalía de condenar a la vicepresidenta Cristina Kirchner a 12 años de prisión en el marco de la causa Vialidad, este lunes por la noche, la esquina de su casa en Recoleta fue escenario de manifestaciones de apoyo y repudio que terminaron con la intervención de la policía porteña y fuerte cruce entre la propia Cristina y el jefe de Gobierno de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta por Twitter.

Este lunes alrededor de las 20 se realizó un cacerolazo contra Cristina en el barrio donde vive, Recoleta, que a su vez, disparó una contramarcha de la militancia kirchnerista, que copó los alrededores de su edificio en Juncal y Uruguay.

Hubo momentos de tensión e intervino la fuerza pública de Buenos Aires.

“Si la tocan a Cristina, qué quilombo se va a armar”, era uno de los cánticos más entonados.

El cacerolazo y la intervención policial produjo la rápida reacción de la vicepresidenta que, si estuvo en su casa, medios nacionales aseguraron que mantuvo las luces apagadas y no se asomó a la calle.

Desde Twitter criticó: “Jamás, ningún militante ni simpatizante de nuestro espacio político ha ido al domicilio de ningún dirigente macrista a insultarlos. Ni a la casa de Macri, ni a la de Rodríguez Larreta, ni a la de Bullrich o Vidal”.

Y acusó: “Lo único que le faltaba a Rodríguez Larreta para ser Macri: la policía de la ciudad reprimió con palos, gas pimienta y gases lacrimógenos a ciudadanos y ciudadanas que se acercaron a Juncal y Uruguay como muestra de apoyo frente a los insultos de un grupo de energúmenos macristas”.

Son muy, pero muy violentos… y cuando son menos, la policía de Rodríguez Larreta se suma a la agresión contra mi persona. Nunca fueron ni serán democráticos”, advirtió.

La respuesta de Larreta