Los fanáticos de Diego Maradona, con la presencia de la familia del astro, participan este miércoles la marcha del 10M en reclamo de justicia por la muerte del Diez. Tras el caos que se generó en el lugar, tanto Claudia Villafañe como Dalma y Gianinna Maradona tuvieron que abandonar el Obelisco, centro de la convocatoria.

La causa es investigada por la fiscalía de San Isidro y por el momento hay siete personas imputadas. Entre ellos figuran el médico Leopoldo Luque, quien coordinaba la internación domiciliaria de Maradona, y la psiquiatra Agustina Cosachov.


La marcha fue programada para las 18 de este miércoles en el Obelisco, aunque desde muy temprano ya se vio gente en la zona, vigilada por un importante operativo policial.

Cerca de la hora pautada para el comienzo movilización llegaron al lugar Claudia junto a sus hijas Dalma y Gianinna. Las tres encabezaban una pequeña columna de gente y llevaban una bandera que reclamaba "condena social y justicia para los culpables".

El arribo provocó un gran desorden y desbordó al personal de seguridad que protegía a la familia del ex capitán de la selección argentina. Tanto Claudia como sus hijas abandonaron la zona del Obelisco y caminaron hasta un hotel ubicado en la avenida 9 de Julio y Córdoba. Allí habían quedado estacionados sus autos. Tras subirse a los coches, abandonaron el lugar.


"No murió, lo mataron", es el leimotiv que difundieron los organizadores de la concentración, quienes reclaman "juicio y castigo a los culpables". La movida también tuvo su réplica en el Monumento a la Bandera de Rosario y en otras ciudades del país.