Uno de los empleados de seguridad que trabajó en la fiesta de Funes que terminó con patovicas denunciados por violencia, acusó a la policía de no haber intervenido y señaló que la cantidad de gente desbordó al personal. Dos jóvenes habían denunciado a los patovicas por provocar una serie de hechos de violencia durante toda la noche. En un video se ve cómo sacan a la fuerza a un muchacho con la nariz ensangrentada.

En contacto con Telenoche Rosario (El Tres), uno de los empleados de seguridad que trabajó la madrugada del 25 de diciembre en el salón Altos del Ludueña, se refirió a los episodios que terminaron en denuncias.

Explicó que el personal está “capacitado” y entrenado para “trabajar en equipo” y que sólo intervienen cuando “una discordia” se convierte en “problema”: “Vemos hasta qué situación va”.

En este caso –contó–, la discordia comenzó a las 3 de la mañana cerca de los baños químicos, tras la queja de una joven por el comportamiento de un muchacho. El personal de seguridad –reconstruyó– intentó que ese chico se fuera del predio. Habría sido poco después de ese hecho cuando se desencadenaron los disturbios.

“Más tarde empezó toda la batahola”, continuó. “Una batalla campal, todos contra todos”, describió.

De espaldas a la cámara de Telenoche Rosario, el patovica señaló que en la fiesta había más de 4 mil personas, muchas más de las que podía manejar el poco personal de seguridad cotratado para el evento y también se quejó de la falta de intervención por parte de la policía: “No hicieron nada, no cuidaron ni al personal de seguridad privada ni a las personas que estaban afuera”.