El niño atrapado desde el martes en un profundo pozo seco en el sudeste de Afganistán murió, anunciaron este viernes varios responsables talibanes. Haidar, "nos dejó para siempre", tuiteó Anas Haqqani, alto consejero del ministerio del Interior.

Haidar "ya no está con nosotros", confirmó por su parte Abdulá Azzam, secretario del vice primer ministro Abdul Ghani Baradar, en otro mensaje en Twitter.

El equipo de rescate a cargo de liberar a un niño que cayó a un pozo de agua en el este de Afganistán logró perforar la tarde este viernes una gran piedra que obstruía el camino y aproximarse a la cavidad en la que el menor se encontraba atrapado.

Cuando llegaron hasta él todavía estaba vivo, pero su estado "no era bueno" y tuvo que recibir atención médica “en el lugar”, había indicado poco antes Ahmadulá Wasiq, un portavoz adjunto del gobierno talibán.

"La gran piedra, que separaba el nuevo pozo cavado por el equipo de salvamento y aquel en el que se encuentra Haider atrapado, está ahora perforada y el equipo de rescate se ha aproximado", dijo más temprano a la agencia EFE Zabiullah Jawhar, portavoz del jefe de policía de la provincia de Zabul, donde ocurrió el accidente.

Las autoridades del Gobierno de los talibanes, empresas de construcción y otros ciudadanos trabajaron contra reloj desde por más de 46 horas para rescatar al niño de seis años, aunque la escasez de recursos mecánicos dificultó la operación.

Ante esta demora, varios hogareños reunieron varios suministros para el niño, como agua y galletas, que le bajaron mediante un cable que conecta la superficie con su ubicación, junto con un teléfono móvil para que su padre pudiera ponerse en contacto con él.

Un video compartido en redes sociales muestra parte la conversación entre el primogénito y su hijo. "Hijo por favor no llores, te envío el teléfono y agua, por favor no llores", dice el padre a un Haider desconsolado, que le pide que sea él quien baje y lo rescate.

Este suceso se produjo en medio de una profunda crisis económica en Afganistán, por lo que los gobiernos provinciales tienen cada vez menos recursos para hacer frente a las emergencias o las necesidades básicas del país.

A pesar de que se produjeron casos de menores que han caído a pozos en Afganistán, ni las autoridades ni los familiares toman medidas serias para evitarlo, ya que se les permite deambular libremente por las aldeas sin que nadie se haga cargo de ellos a partir de los dos años de edad.

La mayoría de los pozos se construyen en áreas rurales para hacer frente a la sequía o para cultivar amapola en zonas donde no llega el agua, y no tienen cubierta para evitar la caída de animales o personas, según publicó Infobae.