El arzobispo emérito de La Plata, Héctor Aguer, escribió una columna en la que cuestiona el feminismo y la lucha de los movimientos LGTBQ, en una columna en la que además criticó con dureza a Marcelo Tinelli y Angel de Brito, a quien llamó “el demonio de la mañana”.

“La naturalización de lo antinatural”, es el título de la columna, publicada en la página Infocatólica.

El sacerdote sostuvo que “el «colectivo» que reúne a personas cuyas conductas son hechas públicas y reivindicadas como derechos, intenta que se reconozcan como naturales y legítimas múltiples combinaciones caprichosas en nombre de la no discriminación”. Luego, agregó: “Los cristianos hemos de rezar y hacer objeto de nuestro amor a quienes han sido absorbidos por la manera de pensar y de vivir «contra naturam»”.

Y suma: “Los medios de comunicación son un factor principal en el intento de cambiar la mentalidad de la gente, a pesar de que el uso anárquico de «las redes» altera un tanto el panorama, para bien y para mal. Otras conductas destructivas son difundidas elogiosamente, como si fueran lo normal, lo que ahora se acostumbra, lo natural”.

Fue entonces cuando puso en el foco a Ángel De Brito. “Se exponen a la curiosidad pública, con lujo de detalles y actualización permanente, los amoríos fugaces de gente de la farándula. Basta desplegar la Sección Espectáculos de algunos diarios, o conectarse con el demonio de la mañana que anda suelto en un canal de televisión”, afirmó, en referencia al conductor del programa Los Ángeles de la Mañana.

Luego, llega el turno de Marcelo Tinelli. “Otro de los principales responsables: el showman con probables posibilidades políticas, que también exhibe en el espectáculo la vida privada de sus bailarines, y promueve entre ellos superficiales emparejamientos; que semejante engendro tenga buen «rating» mide hasta qué nivel hemos caído”.

Según Aguer “gracias a Dios queda gente que se sobrepone a semejante desmadre” y “la naturaleza vuelve por sus fueros, como en algunos casos de hombres convertidos en mujeres, a fuerza de aplicaciones hormonales”. En ese sentido dijo que “no se podrá abolir totalmente la realidad” y que “muchas familias «normales» -padre, madre, hijos, matrimonios que duran para siempre-. en silencio, no sin luchas, van edificando el futuro de una sociedad digna de la condición humana”.

En otro tramo de la columna hizo referencia a la publicidad de la gaseosa Sprite que fue emitida el último fin de semana antes de la Marcha del Orgullo y que resalta la igualdad de género y la inclinación sexual de cada persona. “Orgullo: Lo que sentís cuando alguien que querés decide ser feliz”, es la frase con la que culmina el comercial.

Aguer cuestionó con dureza la publicidad. “La propaganda gay es apabullante y va trastornando el cerebro de multitudes", sentenció. “El relativismo y el subjetivismo dominan en una especie de moral existencialista e individualista, ajena a la dimensión social del ser humano”, agregó.