Stephen Davidson, de 59 años, había llevado a Oscar, su West Highland terrier, a dar un paseo habitual por la playa en en Sheerness, Kent, Inglaterra, donde el perro encontró y comió la droga sin que su dueño se diera cuenta. Terminó internado en una veterinaria.

El perrito, que suele ser "adorable y mimoso", se había vuelto letárgico y "loco", según su dueño. Oscar, de ocho años, también había dejado de beber agua, lo que hizo que Stephen, preocupado, temiera que la mascota de la familia "pudiera haberse deshidratado", según publicó el medio británico The Sun. 

Stephen llamó a un veterinario fuera de horario y llevó rápidamente a Oscar a que lo trataran. El especialista hizo un descubrimiento sorprendente: reveló que Oscar había consumido la droga. 

Según el especialista, los signos de intoxicación en los perros pueden comenzar entre 30 y 90 minutos después de la ingestión de cannabis. Los efectos pueden incluir incontinencia, pupilas dilatadas, frecuencia cardíaca lenta y mirada vacía. Los perros también pueden experimentar una "reacción de sobresalto" en la que parecen somnolientos y comienzan a caerse, pero de repente recuperan el equilibrio.

Para eliminar el cannabis de su organismo, Oscar tuvo que pasar la noche en el veterinario, donde lo mantuvieron conectado a un goteo y le administraron un medicamento a base de carbón. Desde entonces se recuperó por completo y volvió a ser el perrito mimoso de siempre según contó su cuidador.