Una isla europea ofrece alquileres muy bajos y trabajo estable, con el propósito de no quedar desierta. Se trata de la isla de Rum, en la costa oeste de Escocia. El gobierno puso a disposición una casilla de correo electrónico para realizar las inscripciones, vigentes hasta el próximo viernes 28 de agosto.

Esta propuesta se presenta como ideal para quienes tienen espíritu aventurero y sueñan con dejar todo e instalarse en un paraje natural.

Aquellos interesados, tienen tiempo de inscribirse hasta viernes 28 de agosto de 2020. La aplicación puede realizarse a través del mail isleofrumhousing@gmail.com o de la página web oficial.

En la isla de Rum, situada en la costa oeste de Escocia, actualmente hay más animales que personas. La mayoría de sus pobladores decidieron emigrar en busca de mejores oportunidades, y si ese éxodo continúa firme su destino será el de convertirse en “tierra fantasma”.

Para contrarrestar esta situación y evitar que la isla quede completamente desierta, el gobierno escocés impulsa un programa para atraer a inmigrantes a cambio de trabajo y alquileres baratos.

“Buscamos personas o familias dinámicas dispuestas a encajar en el estilo de vida de la isla y que ayuden en la mejora de esta joven comunidad”, explican sus autoridades desde el sitio web de la isla. Asimismo, “serán consideradas favorablemente en el proceso de asignación” las familias con niños pequeños, que siempre son “una contribución importante a las comunidades aisladas”, advierten.

A cambio, les ofrecen casas “eco-friendly” con dos dormitorios situadas en las afueras de de Kinloch -el único asentamiento urbano de la isla- que brindan una fascinante vista panorámica de las montañas Rum Cuillin.

“Todos los hogares cuentan con banda ancha de fibra de alta calidad y la isla cuenta con una amplia gama de oportunidades laborales como en el cuidado de niños, producción de alimentos, mantenimiento de casas, piscicultura, o turismo marino o de montaña”, detalla el comunicado oficial.

Actualmente, la isla de Rum no posee población autóctona, pero se encuentra habitada por unas 32 personas. Lo curioso es que su fauna es mucho más rica que su economía y la presencia de venados rojos, cabras, caballos, ovejas y vacas se imponen en el paisaje montañoso.