La Legislatura de la provincia de Río Negro sancionó este jueves por unanimidad la ley que regula la manipulación en el uso de tarjetas de crédito y débito en la provincia con el objetivo de evitar el uso indebido de las mismas y proteger a los consumidores de bienes y servicios.

La ley prohíbe a los proveedores de servicios o comercios adheridos al sistema de tarjetas de débito o crédito requerir su entrega a los titulares o adicionales para realizar operaciones, informaron fuentes legislativas.

"Las tarjetas deben ser manipuladas únicamente por los titulares usuarios a cuyo nombre se han emitido", explicaron.

Además, el postnet o dispositivo de cobro deberá estar ubicado en un lugar visible que permita su fácil y cómoda utilización por parte del titular de la tarjeta.

El texto de la norma prevé que, para realizar una operación comercial, los proveedores de servicios o comercios adheridos al sistema de tarjetas de débito o crédito, deben requerirle al titular que las exhiba de modo que puedan verlas adecuadamente para constatar que los datos y la firma contenidos en ellas coincidan con los del documento nacional de identidad de quien las porta.


Por otra parte, el proveedor o comercio adherido al sistema de tarjetas de débito o crédito debe acondicionar, "en el plazo de noventa días a partir de la entrada en vigencia de la presente, sus dispositivos de cobro electrónico", completaron.

Además de la desprolijidad o el abuso que supone que la persona que cobra lleve en sus manos la tarjeta hasta el punto de pago, y en muchos casos también el DNI, incluso a veces fuera de la vista del cliente -como sucede sobre todo en bares y restoranes-, con la medida se busca evitar eventuales maniobras fraudulentas con el robo de datos.

En ese sentido, Argentina mantiene mayormente esa práctica a contramano de lo que sucede en casi todo el resto del mundo, donde los dispositivos electrónicos para pasar, insertar o aproximar el plástico sin contacto están siempre a mano de quien paga -o lo acercan sin necesidad de pedirlo- y nadie más toca las tarjetas o documentos.