Vecinos que habitan en uno de los edificios más populoso del centro despidieron con carteles al guardia quien falleció tras contagiarse coronavirus. El fin de semana colgaron mensajes cariñosos en los que destacaron todas sus virtudes: era un hombre respetuoso que supo cumplir su trabajo con amabilidad y eficacia.

El coronavirus deja a su paso historias de amor. Son relatos que, marcados por la enfermedad y la muerte, delatan las relaciones humanas que se tejen día a día, las más cercanas y también las otras, las de afecto distante que por ello, no dejan de ser significativas. Como las que supo enredar Paulo con los habitantes del edificio que cuidaba, más aún en pandemia con la comunicación limitada por el distanciamiento social. 

Paulo trabajaba como guardia en un edificio ubicado en Mitre entre Catamarca y Tucumán. Según pudo reconstruir Fernando, uno de los habitantes del inmueble, este hombre de unos 40 años falleció el lunes pasado tras sufrir un ACV. Se había contagiado coronavirus. Estaba casado con una enfermera del Pami y tenía dos hijas, la mayor de 14 años.

Amigos contaron que Paulo trabajó durante parte de su juventud en una imprenta de su familia. También era músico y tocaba en el grupo de rock de la ciudad Wamanes.

Los vecinos pensaron que se había tomado vacaciones cuando la semana pasada no lo vieron en el palier. “Tenemos un grupo de Whatsapp entre los más de 200 departamentos, supieron que Paulo había muerto, tuvo coronavirus y como secuela sufrió un ACV”, señaló a Rosario3. La confirmación les llegó el sábado pasado y la conmoción fue profunda no sólo por la juventud de Paulo sino también por su amabilidad y el cariño que había cosechado entre ellos.

“Este tipo de trabajador al que se le hace difícil dedicarle tiempo hizo que le prestáramos atención, que supiéramos su nombre, que se lo conociera. Todo esto por cómo era, una persona respetuosa de cada uno”, valoró Fernando. Los mensajes escritos de puño y letra por sus vecinos dan cuenta que era estimado y muy bien considerado.

“Yo también dejé una nota por él y también por un camillero que falleció no por covid sino por un infarto”, contó el vecino quien confió que desean hacerle llegar los carteles a su familia: “A lo mejor solo saben que Paulo trabajaba en un edificio no conocían que era tenido en cuenta por muchos acá, por su amabilidad y sus gestos, es por eso que queremos que su esposa e hijas sepan que acá le teníamos afecto”, culminó.