En medio de la consternación generalizada, vecinos de Santa Rosa de la Pampa se manifestaron este domingo para reclamar justicia por Lucio Dupuy, el niño de cinco años asesinado presuntamente por su madre y la novia de ella.

El malestar general se fue acrecentando y la impotencia desembocó en disturbios donde los manifestantes atacaron la comisaría Sexta de Santa Rosa, donde está detenida la madre. Los manifestantes quemaron patrulleros estacionados, rayaron las paredes con la palabra "asesina" y arrojaron piedras hacia la sede policial.

En este contexto, dos patrulleros tuvieron destrucción total por el fuego y; además, arrojaron piedras contra la comisaría dejándola sin vidrios en pie. Para intentar contener la situación, los policías dispararon balas de goma contra los manifestantes. Incluso, un tercer vehículo particular fue incendiado, según las versiones que se publicaron en el Diario Textual.

Sumado a ello, en las paredes, pintaron con aerosol "asesina" en alusión a Magdalena Espósito Valenti, de 24 años, y su pareja, Abigail Páez, de 27, acusadas del homicidio de Lucio. Finalmente, minutos antes de las 23 horas, la Policía retiró a las dos acusadas del lugar. 

Lucio, de 5 años de edad, murió el viernes 26 por la noche, luego de ser brutalmente golpeado. El viernes, cerca de las 21.30 horas, las dos mujeres concurrieron con el niño en brazos, convulsionando, a la posta sanitaria del barrio Atuel. Posteriormente el niño fue trasladado al Hospital Evita, ya sin signos vitales, donde se constató su fallecimiento.

 

Lucio ingresó al hospital con sangre en la boca y moretones en diversos lugares del cuerpo. Incluso tenía la marca de una zapatilla en la espalda.

Según una autopsia, se pudo establecer que murió por “múltiples golpes” y, además, se comprobó que tenía -de vieja data- mordeduras y quemaduras de cigarrillo.