Al menos un pasajero murió y 157 resultaron heridos este miércoles cuando un avión de pasajeros de la aerolínea turca Pegasus, que volaba de Esmirna a Estambul, se partió en tres al despistarse durante el aterrizaje en el aeropuerto Sabiha Gökçen.

La aeronave transportaba a 177 pasajeros, entre los cuales había dos bebés, y seis miembros de la tripulación.



Algunos de los pasajeros pudieron salir de la aeronave por las alas, según las imágenes grabadas por medios locales.

El ministro de Transporte turco, Mehmet Cahit Turhan, declaró que los primeros indicios apuntan que "el avión se salió de la pista y entró en la tierra tras un fuerte aterrizaje".

Los equipos de rescate estaban aún trabajando para sacar del avión a varios pasajeros que no pueden abandonarlo por cuenta propia, indicó el ministro.


En unos videos difundidos por la cadena cadena turca NTV se observa un incendio menor, que fue apagado tras la intervención de los bomberos, y cómo varios pasajeros abandonan el avión por huecos en el fuselaje causados al partirse el aparato.

El aeropuerto de Sabiha Gökçen, el menor de los dos ubicados en Estambul, quedó cerrado al tráfico y los vuelos se derivaron a la estación aérea de Estambul en la parte europea.

La Fiscalía abrió una investigación, informó por su parte la agencia de noticias oficial Anatolia.