El volcán Etna, ubicado en la isla italiana de Sicilia, se despertó la noche del último domingo y entró en erupción, expulsando fuentes de lava ardiente y escombros a cientos metros de altura junto a una espesa columna de humo que se elevó hasta 5 kilómetros sobre el Mediterráneo.

La actividad volcánica comenzó luego de que un terremoto de magnitud 2,7 y otros 16 temblores se registraran en la región en las últimas 24 horas.

En el 2018 una gran erupción , que cubrió pueblos cercanos, obligo a cerrar el aeropuerto de Catania, según publicó AlertaGeo.