Las calles de Madrid y de otras ciudades de España están más desiertas que nunca, ya que los ciudadanos se encuentran en cuarentena por el coronavirus. Esa ausencia hizo que distintos animales empezaran a llegar a las urbes por curiosidad o en busca de comida.

Pero si los pavos en la capital española parecen algo peculiar e inofensivo, este intruso dio miedo a los habitantes de Ventanueva, un pequeño pueblo en Asturias. Desde sus ventanas los vecinos pudieron filmar a un oso pardo paseándose en plena noche del domingo por las calles vacías, y compartieron las imágenes en las redes sociales.

Una vez  que se recupere la actividad normal, según los expertos, todos estos animales dejarán de adentrarse en ciudades y municipios para reajustarse a su hábitat natural. Los animales salvajes rehuyen el contacto humano y les asusta el ruido del tráfico.