Los hermanos Christian y Martín Lanatta, y Víctor Schillaci, condenados a prisión perpetua por el denominado "triple crimen de General Rodríguez", serán juzgados en Santa Fe por los delitos que cometieron hace dos años cuando se fugaron del penal de General Alvear en diciembre del 2015. Están acusados de privación ilegítima de la libertad de tres personas, robo calificado y portación de arma de fuego.

El 7 de marzo próximo se realizará la audiencia preliminar al juicio oral, y aún se desconoce si contará con la presencia de los tres imputados, quienes están alojados en el Complejo Penitenciario 1 de Ezeiza.

Christian (45) y Martín Lanatta (43), y Víctor Schillaci (36) habían sido condenados el 20 de diciembre de 2012 a prisión perpetua al ser hallados culpables por el Tribunal Oral en lo Criminal 2 de Mercedes del triple crimen registrado en General Rodríguez en 2008.

El 27 de diciembre de 2015 se fugaron cerca de las 2.30 del penal de máxima seguridad de General Alvear en un viejo Fiat 128, con un guardiacárcel como rehén al que abandonaron sano y salvo a las pocas cuadras.

Luego huyeron en una camioneta, aparentemente rumbo al sur del conurbano bonaerense, pero finalmente escaparon hacia la provincia de Santa Fe, donde el 7 de enero de 2016 se cree que mantuvieron un enfrentamiento e hirieron a dos efectivos de Gendarmería Nacional durante operativos ordenados por el juez federal porteño Sergio Torres.

Los imputados serán juzgados por el secuestro del ingeniero agrónomo Juan Ignacio Reynoso (32), que trabajaba en la zona rural de la localidad santafesina de San Carlos y fue interceptado ese mismo día por los tres prófugos cuando circulaba en su Volkswagen Amarok color blanca rumbo a Córdoba.

Según se determinó en la investigación, Reynoso fue obligado por los delincuentes a ser llevados a su departamento ubicado en el microcentro santafecino, donde permaneció cautivo 48 horas, hasta que logró ser rescatado, maniatado y en estado de shock.

En tanto, según la investigación, los prófugos robaron su camioneta, que fue ploteada con letras y franjas verdes para simular que se trataba de un móvil de Gendarmería y con la que, en plena fuga, volcaron el 9 de enero cerca de la localidad santafesina de Cayastá, donde luego fue detenido Martín Lanatta.

Otro de los delitos por el que los detenidos serán juzgados será el de privación ilegítima de la libertad y robo calificado en perjuicio del productor agropecuario Héctor Ferreira.

Ese hecho ocurrió durante la madrugada del 9 de enero de 2016, cuando los tres prófugos ingresaron a su casa de la localidad santafesina de Campo del Medio tras tirar la puerta abajo.

En su declaración ante los investigadores, Ferreira explicó que los fugitivos entraron a su vivienda fuertemente armados y vestidos como gendarmes mientras dormía, y que cortaron un cable de teléfono con el cual luego lo ataron boca abajo y con las manos hacia atrás en la habitación de la casa.

Según el productor rural, en principio los delincuentes querían llevárselo a él para que les indicara el camino, pero al final los convenció de que se fueran solo con su celular y su camioneta, que fue hallada más tarde empantanada en un camino que va hacia la ruta 62.

Finalmente, Cristian Lanatta y Schillaci también están imputados por el delito de privación ilegítima de la libertad contra Franco Martín, un empleado de la arrocera Spalletti que fue tomado de rehén minutos antes de que efectivos de la Policía santafesina lograran detenerlos el 11 de enero de 2016, en ese predio de la localidad santafesina de Cayastá.

El fiscal santafesino Estanislao Giavedoni ya adelantó que por esos delitos pedirá 15 años de prisión.

Giavedoni afirmó en declaraciones que "cada jurisdicción lleva los procesos según corresponda" y que en este caso se está "en la etapa previa a lo que es el juicio oral".

"La audiencia preliminar sería en Santa Fe, en los Tribunales, que es donde nosotros intervenimos, donde ocurrieron los hechos, sobre todo teniendo en cuenta la situación de las víctimas", explicó.

El fiscal consideró que las situaciones que se investigan en el plano de la fuga de Schillaci y los hermanos Lanatta "pueden generar controversia" porque "la defensa puede plantear distintas hipótesis, como por ejemplo que el estado de necesidad con el cual estaban generando la huida los llevó a cometer este tipo de actos".

Actualmente, los tres purgan su condena en el Complejo Penitenciario de Ezeiza por el triple crimen de Sebastián Forza (34), Damián Ferrón (37) y Leopoldo Bina (35), cuyos cadáveres fueron hallados en agosto de 2008 en General Rodríguez.

Por estos homicidios, un hermano de Schillaci, Marcelo (35), también recibió la misma pena pero al momento de la fuga estaba alojado en otra cárcel por problemas de salud.