A más de dos meses del asesinato del policía Emiliano Dal Mastro cuando hacía un servicio de custodia en una casa de citas de Mendoza al 900, la policía continuaba en la búsqueda de un prófugo, que se supone que fue el autor de los disparos fatales, mientras se trabaja con la ampliación del video tomado por las cámaras de seguridad del lugar para determinar de probar que el único detenido en la causa es efectivamente la otra persona que entró al lugar aquella fatídica noche.

La fiscal del caso, Adriana Camporini, reveló en diálogo con Radio 2 que esta persona detenida, al igual que el prófugo –que está “plenamente identificado”– tenían varios antedecentes penales y habría participado en al menos dos casos anteriores de robos en casas de citas. Es decir, eran ladrones de burdeles.

Fuentes policiales explicaron que de este tipo de locales pueden ser un blanco fácil para ladrones, lo que justifica la necesidad de contar con vigilancia propia. Es que, como pasó en Mendoza al 900, es sencillo conseguir que les abran la puerta bajo la creencia de que son clientes y además, como se trata de una actividad ilegal, muchas veces los hechos no se denuncian.

Por otra parte, la fiscal Camporini dijo que la invetsigación se concentra en estos momentos en la búsqueda del prófugo y la determinación de cómo fueron los hechos y que corresponde a la Dirección de Asuntos Internos la tarea de investigar si, como denuncia la familia, Dal Mastro fue enviado por sus superiores de la comisaría 1ª a realizar el servicio de vigilancia a un local cuyo funcionamiento era ilegal.