Es común que luego de producirse un siniestro que causa pérdida de vidas humanas y bienes materiales, muchas personas se sientan motivadas a realizar gestiones y tareas tendientes a evitar que el hecho se repita. Algo similar ocurrió en esta oportunidad, ya que luego de la explosión registrada el martes último en Rosario, muchos vecinos y administradores de consorcios tomaron la iniciativa de solicitar la presencia de un gasista que chequee las instalaciones en departamentos y edificios.

“No paramos de recibir llamados ni de visitar domicilios (sobre todo edificios de propiedad horizontal) por este tema. La gente está muy asustada con lo que pasó y quiere que revisemos, sobre todo si sienten olor a gas en un palier, o en el hall de un edificio”, contó Carlos, plomero y gasista matriculado, en diálogo con Rosario3.com.

En el mismo sentido se manifestó René, quien de desempeña en el oficio desde hace más de 30 años, y admitió haber recibido varios llamados domiciliarios para que detectara presuntas fugas de gas.

El hombre relató que este viernes la administradora de un edificio ubicado en Zeballos y Paraguay llamó a un inspector de Litoral Gas para controlar una posible fuga y el operario que concurrió, tomó la decisión de cortar el suministro, ya que constató la ausencia del segundo regulador que –según dice– es obligatorio desde que la empresa se hizo cargo del servicio, en 1992.

“Hay que tener en cuenta que el estado de las instalaciones depende de la edad, y toda instalación de más de 10 ó 15 años, empieza a tener pérdidas que hay que solucionar. El tema es agarrarlas a tiempo”, resaltó el gasista.

Además, los técnicos destacan que Litoral Gas los insta a ellos a denunciar si ven irregularidades en los domicilios, mientras que –según afirman– “la empresa no realiza inspecciones periódicas para controlar el mantenimiento de las instalaciones y el cumplimiento de la normativa vigente, a la que muchos edificios viejos no se adecuaron todavía”.