La era digital ha ganado la batalla. La popular marca de alquiler y venta de videos cerrará en los próximos meses las 300 tiendas que aún se encuentran abiertas en Estados Unidos.

La marca llegó a tener más de 4 mil tiendas en el país del norte, además de miles de franquicias alrededor del mundo.

Según Joseph P. Clayton, presidente y director general de la compañía de distribución de televisión por satélite, Dish  Network, que tiene los derechos de la marca, aseguró que la gente ahora prefiere la distribución digital.

"No es una decisión fácil, pero la demanda de los consumidores se dirige claramente a la distribución digital del entretenimiento audiovisual", dijo Clayton.

La empresa Dish ha anunciado que retiene los derechos de la marca y que se centrará en el streaming y la oferta por encargo de sus más de 100.000 títulos, un negocio en donde debe competir con sitios como Netflix.

El avance de la tecnología digital impactó en los últimos años contra las tiendas de alquileres de videos, y ni la popular Blockbuster, que se declaró en bancarrota en 2011, pudo mantenerse en píe.