El mundo Central está paralizado. Como toda la ciudad. Como todos los rosarinos esparcidos por el mundo. Y los ojos de todo el ámbito futbolero del país se posarán, desde las 16 de este sábado, en el estadio Gigante de Arroyito. Es que esta tarde, el primer equipo canalla afrontará el compromiso más importante del campeonato Clausura, en el que se juega nada menos que la permanencia en Primera División. Enfrente, claro, estará el rival de toda la vida: nada menos que Newell´s Old Boys.
En un cotejo válido por la novena fecha del certamen doméstico, auriazules y rojinegros, canallas y leprosos, volverán a verse las caras. Será para el elenco de Madelón una inmejorable oportunidad de pegar un nuevo salto en la batalla por no descender: primero porque choca con un rival directo en la tabla de promedios, y segundo porque un triunfo levantaría el ánimo y sería la mejor plataforma para despegar definitivamente.
Rosario Central llega en alza a este cruce con los de Caruso Lombardi. En las ocho fechas que se disputaron hasta aquí, sumó 13 puntos que lo mantienen bien ubicado en el lote de arriba, y solo sufrió una derrota, en la segunda jornada ante Gimnasia. Antes había igualado 1a 1 con Boca, y desde allí hubo tres victorias y tres empates que le permitieron al equipo respirar algo más aliviado, a pesar de que la situación sigue siendo delicada y urge cosechar más puntos. El último partido fue el 1 a 1 en Jujuy ante Gimnasia: allí, jugó mejor en el segundo tiempo, pero perdió por expulsión a Walter Ribonetto, una pieza clave en la estructura defensiva.
El entrenador no pudo confirmar la alineación, ya que el lateral derecho por naturaleza, Abel Espinoza, tiene una sobrecarga muscular y no sería de la partida por no estar al cien por cien. Si efectivamente no llega, el juvenil Nahuel Valentini tiene buenas chances de debutar en Pimera aunque esa no sea su posición natural (es marcador central por naturaleza), aunque también conserva alguna chance el alicaído Tomás Costa. El resto está confirmado, con los regresos de Cristian González y Martín Arzuaga tras purgar una sanción, más el ingreso de Ramiro Fassi por el suspendido Ribonetto. Jesús Méndez jugará en la banda derecha del mediocampo, Borzani y el Kily estarán en el centro, y Emiliano Papa volverá a actuar como volante por la izquierda.
Al decir del Capitán Kily, las cartas están echadas. Se acabaron las palabras, y ahora solo resta esperar qué determinarán los noventa minutos de fútbol que tenemos por delante. Las tribunas repletas le darán un marco excepcional a otra edición del clásico más pasional del mundo, y los canallas sueñan con gozar de una nueva victoria que estire la paternidad sobre la Lepra, y que les permita sentirse, al menos hasta que vuelvan a enfrentarse, dueños absolutos del fútbol de nuestra ciudad. Que no es poca cosa.
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