El juez en lo Civil y Comercial Pedro Boasso condenó a un sanatorio céntrico y a una bioquímica a pagar casi cuatro millones de pesos por mala praxis a raíz de un análisis sanguíneo que hizo un laboratorio dependiente del centro de salud, que no detectó una enfermedad en un recién nacido. Esto ocurrió en el año 2005 y la víctima tiene actualmente daño cerebral irreversible. La sanción fue apelada. 

De la condena se desprende que el parto realizado en el sanatorio fue normal y que la extracción de la muestra de sangre se hizo en un laboratorio dependiente del centro de salud. En el informe no surgió que el bebé presentara deficiencia o alteración genética alguna, cuando en realidad tenía fenilcetonuria, que se trata de una alteración congénita del metabolismo.

La víctima de la situación tiene en la actualidad 12 años y presenta un daño cerebral irreversible. El juez Boasso sentenció que el sanatorio y la bioquímica que hizo la extracción de la muestra de sangre tengan que abonar los casi cuatro millones de pesos por daño material y a los padres por el daño moral. Esta decisión ya fue apelada, según informó el sitio web Tiempo de Justicia.