Un científico español descubrió al extraño: que los carozos de aceitunas pueden utilizarse para descontaminar las aguas residuales industriales, gracias a su propiedad para absorber los metales pesados.

Según el ingeniero químico Germán Tenorio, docente de la Universidad de Granada, su sistema se basa en la "biosorción", que permite depurar los líquidos que descartan industrias como la pintura, los galvanizados y los curtidos.

Este sistema tiene muchas ventajas, entre ellas el ser "limpio y barato". Y ni hablar de que usa un producto "disponible en grandes cantidades".

El hueso de la aceituna obsobe los metales pesados gracias a su capacidad para retener iones metálicos en su superficie, debido a la diferencia de cargas eléctricas. Además, esta técnica reemplaza a otros métodos "mucho más complejos y caros, como la precipitación".