Estados Unidos acusó al fundador de WikiLeaks, Julian Assange, detenido este jueves en Londres, de "conspiración para infiltrase" en sistemas del Gobierno con el objetivo de acceder a información clasificada, un cargo por el que podría ser condenado a una pena de hasta cinco años de prisión.

"Julian P. Assange, de 47 años y fundador de WikiLeaks, fue arrestado hoy jueves en el Reino Unido conforme al acuerdo de extradición entre EE.UU. y Reino Unido, debido a su implicación en una acusación federal por conspiración para infiltrarse en ordenadores al acordar descifrar la clave de un ordenador del Gobierno con información clasificada", anunció el Departamento de Justicia en un comunicado.

La nota detalla que en marzo de 2010, el activista australiano se coordinó con la exsoldado Chelsea Manning -que por aquel entonces trabajaba como analista de inteligencia para el Departamento de Defensa de EE.UU. bajo el nombre de Bradley Manning- para acceder a material clasificado del Gobierno.

Esta colaboración dio pie a la filtración en el portal WikiLeaks de más de 700.000 documentos clasificados como secretos sobre las guerras de Irak y Afganistán y cables del Departamento de Estado, lo que supuso un revés para la diplomacia estadounidense y alimentó un debate sobre el papel de Washington en el mundo.

Hasta la fecha se creía que Assange había actuado como mero receptor de los documentos, pero los cargos desvelados este jueves indican que EE.UU. considera que el australiano y Manning trabajaron en equipo para obtener los documentos y dificultar la identificación del origen de la filtración, informa EFE.

De esta manera se ha puesto fin al secretismo que rodeaba a la acusación desde hace tiempo, lo que llevó a la defensa del fundador de WikiLeaks a presentar el pasado mes de enero una "solicitud urgente" ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), con sede en Washington, para que exigiera a EE.UU. desvelar los cargos que existían contra su cliente.

Assange se encontraba recluido en la embajada de Ecuador en Londres desde 2012, cuando pidió asilo a la legación diplomática del país latinoamericano para evitar su extradición a Suecia, que entonces solicitaba su entrega por presuntos delitos sexuales.

Aunque el caso en Suecia se archivó, Assange permaneció recluido en la legación por temor a que su salida activara la petición de extradición de EE.UU. y con ello su inmediata detención.