La fumata blanca había generado una fuerte comoción en la plaza San Pedro, donde a las 15.06 (19.06 hora del Vaticano) miles de fieles comenzaron a celebrar la aparición de la señal de humo que anunció la elección de un nuevo Pontífice para estar al frente de la Iglesia Católica.

A partir de ahí, el mundo entero comenzó a especular sobre quién había sido el elegido por los 115 cardenales. Todas las señales mostraban la fiesta popular y el grito unánime de los fieles: "Viva el Papa".

A las 16.12 (20.12 en el Vaticano) el cardenal francés Jean-Lois Tauran apareció en el balcón de la Basílica de San Pedro y dijo la frase más esperada del día: "Habemus Papam". La ovación de la multitud fue instantánea.

Segundos después se produjo el anuncio que impactó al mundo pero conmovió especialmente a Argentina: el elegido había sido Jorge Bergoglio, desde ahora conocido en todo el planeta como Francesco I.