El presbítero Luis Alberto Brizzio, cura párroco de la Natividad de la Santísima Virgen, de la ciudad Esperanza, fue apartado de su cargo por el arzobispo de Santa Fe, monseñor José María Arancedo, debido a una denuncia "sobre un comportamiento indebido, que presuntamente tuvo hace aproximadamente 20 años".

El arzobispado informó –mediante un comunicado– que la denuncia fue recibida por escrito y firmada por la víctima y que Arancedo "ordenó el inicio de una investigación para que se pueda establecer la verosimilitud de los hechos denunciados", de acuerdo a lo dispuesto por el Código de Derecho Canónico.

"Desde que hemos tenido conocimiento de este hecho, la Arquidiócesis de Santa Fe está tomando todas las medidas jurídicas procesales de acuerdo a la legislación eclesial vigente", añadió el texto.

La Iglesia santafesina ya contactó a la persona que denunció a Brizzio y voceros eclesiales dijeron que no realizó ninguna presentación ante la Justicia. En cuanto al "comportamiento indebido" al que alude el comunicado del Arzobispado, las fuentes dijeron que "se mantendrá en secreto mientras se investiga".

Brizzio ya fue apartado de las actividades que desarrollaba en la parroquia esperancina y fue enviado a un monasterio benedictino. En este sentido el vicario general del Arzobispado de Santa Fe envió un escrito a la comunidad de Esperanza en la que le anunció que "ante situaciones particulares que derivaron en un diagnóstico de estrés agudo, el arzobispo le pidió al padre Brizzio que dejara las tareas pastorales y se fuera a un Monasterio benedictino".

En su reemplazo, Arancedo designó al padre Axel Arguinchonga, quien asumirá el 1 de marzo y hasta ahora estaba a cargo de la iglesia Nuestra Señora De la Merced, en Santa Fe.

A propósito de ello, un grupo de fieles santafesinos se opone al traslado de Arguinchonga e impulsa a través de las redes sociales y otros medios una marcha a la Plaza 25 de Mayo de la capital de la provincia para exigir que el religioso permanezca en Santa Fe.