El papa Francisco volvió este domingo y a implorar perdón por los abusos a menores por parte de la Iglesia e instó a buscar con decisión la verdad y la justicia para estos casos, durante el rezo del Ángelus en el santuario de Knock, en el norte de Irlanda.

Francisco llegó el último sábado a Irlanda para el Encuentro Mundial de las Familias y en esta jornada volvió a referirse a los demoledores números de los abusos de miembros de la Iglesia irlandesa durante décadas.

"Ninguno de nosotros puede dejar de conmoverse por las historias de los menores que sufrieron abusos, a quienes se robó la inocencia, y se les dejó una cicatriz de recuerdos dolorosos", dijo Francisco después de visitar el santuario, uno de los más visitados de Europa.

También hizo referencia por primera vez en este viaje a los casos de las madres a quienes arrebataron sus bebes en las instituciones religiosas para darlos a otras familias: "Esta herida abierta nos desafía a que estemos firmes y decididos en la búsqueda de la verdad y de la justicia".

Francisco imploró, como ya ha lo había hecho en varias ocasiones, "el perdón del Señor por estos pecados, por el escándalo y la traición sentida por tantos en la familia de Dios".

"Pido a nuestra Madre Santísima que interceda por la curación de todos las víctimas de abuso de cualquier tipo y que confirme a cada miembro de la familia cristiana con el propósito decidido de no permitir nunca más que estas situaciones vuelvan a repetirse", señaló.

Y para "podemos proceder siempre con justicia y reparar tanta violencia", añadió.

Aprovechó la ocasión de la cercanía con Irlanda del Norte para mandar un saludo a los católicos de este país y pidió a la Virgen para que "los miembros de la familia irlandesa para que perseveren, como hermanos y hermanas, en la tarea de la reconciliación.

Concluyó con "un saludo especial a los hombres y mujeres que están en las cárceles de este país", y que le habían escrito, sabiendo que iba a venir a Irlanda.