Que las hay, las hay. Si hasta la Justicia admite su existencia. Tanto es así que una corte alemana obligó a una bruja a devolver sus honorarios porque el hechizo que le realizó a una clienta no cumplió su cometido: que vuelva su pareja.

Un juzgado en lo contencioso administrativo de Munich dictaminó esta semana que la mujer, que se dice bruja, debe reintegrar los 1.275 dólares recibidos por un servicio que es "objetiva y completamente imposible".

La cliente perdió a su novio en 2003 y, desde entonces, visitó a la bruja para que éste vuelva. Pero su situación nunca mejoró.

El veredicto indica que "el demandado realizó el correspondiente ritual durante varias semanas, cada noche de luna llena, pero nada sucedió" y añade que "un ritual de amor no es suficiente para influir a una persona a la distancia".

Por su parte, la bruja sólo se defendió señalando que les advierte a sus clientes que "ella no garantiza resultados".