La NASA advirtió la existencia de un inquietante agujero negro gigante que transita por el espacio devorándolo todo. Observando a través de telescopio Hubble, los expertos señalaron que avanza a una velocidad de 7,5 millones de kilómetros por hora.

A ocho mil millones de años luz de la Tierra, el agujero negro de la galaxia 3C 186 ha sido expulsado de su centro y vaga por el espacio tragándose lo que se cruza en su camino. Usualmente ubicados en el centro de posiblemente todas las galaxias, devoran planetas, estrellas o cuerpos celeste que se aproximen demasiado.

Y si bien se dirige hacia la Vía Láctea, no se teme que absorba a la Tierra debido a que todavía le quedan varios miles de millones de años para alcanzarla.

De todas formas, captó la atención de los científicos debido a su origen. La principal hipótesis es que se ha arrancado debido a ondas gravitacionales. El evento catastrófico responsable podría haber sido, con gran probabilidad, la fusión de dos galaxias, dicen los expertos.

Si los dos agujeros poseen la misma masa y velocidad, mientras se van acercando, no emiten ondas gravitacionales iguales en todas las direcciones, sino unas más fuerte en un sentido en concreto. Al chocar y fusionarse definitivamente, el nuevo y gran agujero habría salido disparado, como un proyectil, en dirección opuesta a las ondas.

“Cuando lo vi por primera vez supe que estábamos ante algo muy peculiar”, expresó Marco Chiaberge, del Instituto de Ciencias del Telescopio Espacial y la Universidad Johns Hopkins.