El Consejo de Seguridad de la ONU aprobó hoy una resolución que impone sanciones a Irán si no suspende sus actividades de enriquecimiento de uranio y que presiona a las autoridades de ese país a volver a la mesa de negociaciones.

La resolución, presentada por Reino Unido, Francia y Alemania, fue adoptada por unanimidad por los quince miembros del Consejo de Seguridad.

"Hoy es un día triste para el régimen de no proliferación", dijo el embajador de Irán, Javad Zarif, quien consideró que la resolución es la "herramienta" usada por algunos países del Consejo para "reparar su política exterior y servir a sus intereses a corto plazo", en una aparente alusión a EE.UU.

Zarif subrayó que el Consejo ha castigado a un miembro del Tratado No Proliferación de Armas Nucleares (TNP) y pidió acabar con la aplicación "discriminatoria y arbitraria" del derecho internacional.

El embajador británico, Emyr Jones Perry, destacó la importancia de que el documento se haya adoptada por unanimidad y resaltó que con su aprobación todavía se "deja las puertas abiertas a Irán" para negociar.

En el texto se insta a Irán a suspender sus actividades de enriquecimiento de uranio y el desarrollo de un reactor de agua pesada, como exige el Organismo Internacional de la Energía Atómica (Oiea).

Si no cumple, Irán deberá afrontar sanciones como la prohibición de realizar importaciones y exportaciones de materiales peligrosos y tecnología relacionada con el enriquecimiento y reprocesamiento de uranio y con sus programas de misiles balísticos.

Concretamente, prohíbe a los estados miembros de la ONU suministrar material y tecnología que Irán pueda utilizar para sus programas nucleares y de misiles.

Además, se establece la congelación de los activos financieros a compañías e individuos claves involucrados en estos programas que estén incluidos en una lista adjunta al texto de la resolución.

Asimismo, se pide que los países miembros que ejerzan vigilancia y eviten formar y capacitar a nacionales iraníes en sus territorios en disciplinas que podrían contribuir al desarrollo de armamento nuclear.

El documento pide al director de la Oiea, Mohammed ElBaradei, que presente un informe al cabo de 60 días sobre el cumplimiento por parte de Irán de la resolución.

El embajador adjunto de EE.UU., Alejandro Wolff, indicó que la resolución avisa a Irán de las "graves repercusiones" que puede sufrir "si no cumple con la suspensión de sus actividades nucleares", e indicó que las sanciones son tan sólo el "primer paso".

Wolff recordó que es la segunda resolución que ha adoptado el Consejo de Seguridad –la primera fue en julio pasado– sobre la cuestión nuclear iraní, y subrayó que si Irán no cumple volverán de nuevo a este órgano para medidas adicionales.

Por su parte, el embajador de Rusia ante la ONU, Vitaly Churkin, destacó que el documento no implica el "uso de la fuerza" y que el objetivo es que Irán se dé cuenta de la necesidad que tiene de cooperar con la Oiea.

"La resolución deja claro que si Irán cesa sus actividades de enriquecimiento, las medidas también serán suspendidas", puntualizó.

Subrayó que el conjunto de incentivos presentados por la comunidad internacional para disuadir a Irán de sus planes nucleares el pasado 6 de junio está todavía sobre la mesa.

El paquete incluye tecnología nuclear punta para uso civil, un reactor de agua ligera, así como ventajas económicas y garantías de seguridad regional.

El embajador de China ante la ONU, Wang Guangya, cuyo país, al igual que Rusia, tiene fuertes vínculos comerciales con Irán, indicó que el objetivo es "reanudar las negociaciones" y reafirmar que la Oiea es quien debe abordar el problema nuclear con Irán.

"El diálogo y las negociaciones son la única salida a la crisis. Esperamos que ello ayude a la convocatoria de una nueva ronda diplomática", enfatizó.

Irán considera que bajo el TNP tiene el derecho a desarrollar estos programas nucleares con fines pacíficos, y asegura que sus actividades son para la producción de energía nuclear.

Sin embargo, la mayoría de la comunidad internacional cree que lo que busca el régimen iraní es fabricar la bomba atómica, pese a que el Oiea no ha pedido verificar estas alegaciones.