Algunos de los contenidos de los mensajes enviados a los chicos de Independiente con fines sexuales fueron revelados por la fiscal María Soledad Garibaldi, a cargo de la causa que investiga los abusos de estos menores que habitaban en la pensión del club. La funcionaria consideró que existe un verdadero avance en la investigación y advirtió que imputa el delito de abuso aún en casos donde la víctima tiene 18 años.

Según publicó el sitio Infobae.com, Garibaldi sostuvo: "Estamos muy bien parados en la investigación, seguimos avanzando", dijo y detalló que hay más de diez casos probados,

cinco imputados -que se encuentran detenidos- y otros tantos que figuran como sospechosos.

"Vamos probando siempre teniendo en cuenta la etapa procesal en la que estamos —comentó en Debo Decir, el programa que conduce Luis Novaresio—. El viernes hicimos dos cámaras gesell, de ahí surgieron cuatro hechos más y otro caso que sería de grooming".

Según explicó, "grooming es el primer contacto que hace una persona con fines sexuales hacia los niños y no necesariamente se tiene que consumar", agregó y recordó que se trata de un delito que tiene penas de hasta cuatro años de prisión.

La funcionaria judicial reveló cuáles son algunos de los mensajes que los investigados mandarona los chicos de la pensión para efectuar el contacto. "Tengo varios que se presentan como representantes. Tres signos de pesos… 'Hola, crack', 'qué facha tenés'. Le comentan alguna

foto… Los tres signos de pesos se repiten en todas las conversaciones. O 'qué lindas piernas tenés'", contó.

Garibaldi aclaró que imputa el delito de abuso aún en casos donde la víctima tiene 18 años. "Para mí el consentimiento está viciado; más allá de la edad creo que tienen un perfil muy marcado que es el que buscaban estas personas, que es el tema de las necesidad que tiene y la vulnerabilidad, tienen todos la familia lejos…", manifestó.

Finalmente, la funcionaria comentó la importancia de esta causa en su vida personal, luego de una experiencia muy dolorosa que le tocó vivir: "Mi beba de dos años estuvo tres meses internada, la operaron del corazón. Fue la bisagra de mi vida. Después de haber pasado por esa operación, que fue a corazón abierto, ese miedo que sentí no lo volví a tener", observó.