Nazarena Vélez volvió a la televisión después de la muerte de su marido, Fabián Rodríguez. Visiblemente conmocionada y sin poder contener las lágrimas, contó lo que el momento que le tocó vivir este domingo en Almorzando con Mirtha Legrand (El Tres).
Cuando se conoció la noticia, ella estaba en Miami. Y recordó: "Las horas de vuelo fueron 8 horas y media. No puedo explicarte lo que fueron. Me mintieron mucho tiempo ahí. Estaba con mi hermana en Miami y le dije: Fabi se mató. Eran nuestras vacaciones que estaban planeadas. Yo me había enojado con él antes de viajar. Antes de viajar él se fue de casa para no seguir discutiendo”.
Consolada por el resto de los invitados, como Lilita Carrió, la actriz y vedette contó que "en esos días nos fuimos hablando por mail. Jamás existió la posibilidad de una separación. Lo amo, lo extraño cada día y lo siento escuchar".
"Con mi productora no puedo salir a trabajar hoy por las deudas. Fabián era un gran sostén. Fabi es la persona más alegre, el único hombre que me decía estas hermosa", dijo Nazarena, que reapareció más delgada que se costumbre.
Después, sostuvo que al vestido que tenía puesto “se lo había regalado su marido en su último viaje a los Estados Unidos”. Y entre otras cosas, manifestó estar “un poquito enojada con Dios”.
Las preguntas de su hijo
"Fabián dejó un único mail pidiéndome un par de cosas, diciéndome lo mucho que me amaba. Quería que en la habitación de su hijo hubiese una foto de su papá, y a los tres días la puse. A la semana, después de bañar a Thiago, estaba cambiándolo y miraba la foto y me miraba. Yo le pregunté quiénes estaban ahí. Y decía Titi y mamá Nazarena, y no nombraba al padre. Después preguntó dónde estaba papá Fabián, y yo le respondo en el cielo. Yo trato de no llorar frente a él. Le dije que papá estaba cansado, y se fue a dormir con Dios. Thiago se quedó callado y me dijo que no, enojadísimo", contó Nazarena.
Y añadió: "Me tomé un tiempo, y le volvió a decir que está con Dios, con los ángeles, y me gritó más fuerte. Por un rato no hablamos más, y al rato, me contestó ´yo me voy a tomar un avión y me voy a ir al cielo con papá porque lo extraño´".
También dijo que tiene ayuda profesional y que con su hijo visita a un psiquiatra dos veces por semana. "Es tremendo", lo definió.