Con el objetivo de levantar una protesta contra sus maridos y con el fin de demostrarles que no quieren “quedar viudas”, un grupo de mujeres colombianas iniciaron una “huelga de piernas cruzadas”.
Aconsejadas por las autoridades de la alcaldía de Pereira, una de las más violentas del país, tomaron el compromiso de no tener relaciones sexuales si sus hombres no abandonan la violencia.
Se trata de las esposas de un centenar de pandilleros y sicarios de la población más violenta de Colombia que decidieron hincar una curiosa “huelga de piernas cruzadas”, con la que pretenden reducir los elevados índices de criminalidad.
De esta manera, las mujeres intentan decirles a sus esposos que no quieren quedar viudas y que sus hijos no merecen crecer sin un padre al lado.
“Hasta ahora no han querido escuchar, pero estamos seguras de que de esta manera sí entenderán", dijo Ruth Macías, de 18 años, una de las rebeldes y madre de dos niños.
Julio César Gómez es secretario de seguridad de la alcaldía y aseguró que "después de varias encuestas en las pandillas descubrimos que la actividad preferida por éstos es hacer el amor, y que están en la delincuencia no por necesidad económica sino por un referente de poder y seducción sexual".
Para Gómez, "eso requiere de un trabajo para cambiarles el referente cultural (a las mujeres) porque en ellas también existía la mentalidad de que, armados y con uniforme camuflado, sus maridos se veían muy bonitos y sexualmente más atractivos".
Según el funcionario, la iniciativa consiste en que las mujeres rehúsen tener sexo con sus maridos durante una semana. Al término de este lapso, aceptarán sólo si éstos se comprometen primero a no usar más armas de fuego y a reducir los niveles de violencia en todos sus actos.
Pereira es la capital del departamento de Risaralda, la ciudad más violenta de Colombia (en 2005 se registraron 488 homicidios) donde el 90% de los muertos se producen por armas de fuego. De esa cifra, el 87 por ciento de las víctimas son jóvenes pandilleros de entre los 14 y 25 años.
