La Asociación Casco Histórico de Rosario sumó su voz al cambio de color aplicado a las paredes externas del museo Castagnino, como parte de una intervención artística, y reclamó sanciones a los responsables de "dañar" el lugar. Por su parte, Mario Castagnino, sobrino del mecenas de artistas que da nombre al espacio cultural, aseguró que “el arte tiene derecho a hacer cosas más extrañas, porque es una búsqueda" y no reprochó la acción, que para el municipio  es "legal".

“Si dos personas tuvieron que blanquear las paredes de un puente, para reparar el daño que causaron con sus pintadas de fútbol, y evitar así el juicio, no se entiende como no se aplica el mismo criterio con quienes pintaron el edificio del museo Castagnino”, dijo, en diálogo con Rosario3.com, el referente de la Federación Rosarina de Centros Comerciales a Cielo Abierto y presidente de la Asociación Casco Histórico de Rosario, Fabio Acosta.

“Es totalmente contradictorio que se haga cumplir una probation a dos personas que pintaron un espacio público con leyendas relacionadas con el fútbol, y no se sancione a un funcionario municipal que permita que se pinte el museo (un edificio histórico que es patrimonio de todos los rosarinos) de cualquier color, aún en contra de las disposiciones vigentes”, explicó el dirigente, y calificó al hecho como “un acto vandálico”.

“Entendemos que por tratarse de una institución emblemática de la ciudad, la alteración de la imagen del museo Castagnino, lo perjudica enormemente y es contrario a las acciones y recomendaciones que viene haciendo el municipio respecto del tratamiento de los edificios históricos, especialmente con los que están construidos con material poroso como lo es el marmol travertino”, explicó Acosta.

La agrupación –autodefinida como una “organización integrada por dirigentes a los que les interesa poner en valor la vidriera de Rosario hacia el exterior”– dice estar “preocupada por activar políticas públicas que afiancen el desarrollo local”. En ese marco, presentó en junio último un relevamiento de la situación urbana de las calles Córdoba y San Martín, donde observaron “una importante invasión del espacio público”.

Opiniones encontradas

Mario Castagnino, sobrino del mecenas y protector de grandes artistas Juan B. Castagnino, cuyo nombre lleva el Museo Municipal de Bellas Artes, dio su opinión sobre el tema, al móvil de De 12 a 14 (El Tres).

Si bien expresó que él habría elegido otro color en caso de tener que pintar el museo, deslizó que “el arte tiene derecho a hacer cosas más extrañas, porque es una búsqueda. No podemos seguir pintando cuadros clásicos”, afirmó, y en relación con su preferencia personal agregó: “No lo habría pintado de negro, pero yo no soy un artista”.

Por su parte, el artista plástico Eduardo Serón, dijo al ser consultado sobre el tema que le parece “una idea extemporánea, fuera de lo lógico y lo natural". "No es lo más adecuado para un museo”, apuntó.