Mientras el escrutinio avanza y confirma la ventaja de diez puntos del líder aprista Alan García en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales en Perú, el candidato rival, el nacionalista Ollanta Humala, reconoció el triunfo del ex mandatario, aunque aclaró que su proyecto político seguirá en marcha. "Conforme nuestro compromiso democrático, queremos decir públicamente que reconocemos los resultados emitidos por la Oficina Electoral y saludamos a las fuerzas que han competido con nosotros representadas en el señor Alan García", declaró el ex militar. Según informes de la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE), García, del Partido Aprista Peruano (PAP), obtuvo 55,45 por ciento de los votos, contra 44,54 de Humala. Los datos se obtuvieron tras escrutarse el 77,37 por ciento de los sufragios. García, de 57 años, tenía una mala experiencia en segunda vuelta, ya que en 2001 perdió la presidencia ante el actual mandatario, Alejandro Toledo, de elogiada gestión económica por parte de los organismos financieros, pero sin ningún apoyo popular (ya que sólo cuenta con un 4 por ciento de imagen positiva en los sondeos). Alan Gabriel Ludwig García Pérez nació el 23 de mayo de 1949 en el seno de una familia de clase media, estrechamente ligada al Partido Aprista Peruano, y cursó sus estudios en el colegio nacional José María Eguren del distrito limeño de Barranco. Su padre fue secretario de organización del partido durante el gobierno del general Manuel Odría, durante el cual fue preso luego que se declarara la ilegalidad del APRA (Alianza Popular Revolucionaria Americana). De hecho, Alan nació cuando su padre estaba en prisión y no lo conoció hasta que tuvo cinco años. Cuando tenía 17 se unió a las Federación Aprista Juvenil. Presidente con sólo 35 años, tras imponerse con un 45 por ciento en las elecciones del 14 de abril de 1985, García se convirtió además en el primer mandatario peruano proveniente del Aprismo, un movimiento progresista fundado casi sesenta años antes por el dirigente peruano Víctor Raúl Haya de la Torre. García asumió el gobierno con un gran apoyo popular debido a su juventud, sus grandes dotes de orador y su aparente radicalismo en la defensa del pueblo peruano, que causaron una gran ilusión. Pese a que en sus primeros tres años demostró una vitalidad y una autoridad desconocidos hasta ese momento en Perú, los resultados de sus políticas (principalmente la económica) fueron duramente criticadas y consideradas por gran parte de la población peruana como la crisis económica más severa que vivió el país. La política económica de García incluyó un severo control del tipo de cambio, así como sobreemisiones de moneda. Además, se rechazaron las recetas del Fondo Monetario Internacional (FMI) y se limitó el pago de la deuda externa al 10 por ciento de los ingresos que por exportaciones obtenía el país. Esta decisión causó el retraso en el pago de la deuda externa y motivó que el país fuera declarado como "inelegible" por el FMI en 1986. Otro tema que sacudió el gobierno de García fue la actividad terrorista del grupo maoísta Sendero Luminoso, que se inició durante el anterior gobierno de Fernando Belaúnde Terry en 1980, pero que alcanzó los picos más altos de violencia en los años de 1986 y 1988. En este contexto se produjo el caso de la matanza de terroristas amotinados en los distintos centros penitenciarios de Lima el 19 de julio de 1986. El punto de ruptura de su gobierno fue la intención de estatizar la banca como una forma de controlar la inflación que, a esas alturas (julio de 1987), ya resultaba agobiante. Los indicadores económicos llegaron a cifras exorbitantes durante su mandato con una inflación de 1.722 por ciento en 1988 y 2.776 en 1989. La devaluación de la moneda fue altísima y durante su gobierno hubo que cambiar dos veces la moneda oficial (Sol e Inti) debido a que quedaron rápidamente sin valor. Esto derivó en una gran especulación y en la escasez de productos de primera necesidad. Estos hechos de inestabilidad económica y terrorismo provocaron el descontento de la población peruana que en las elecciones de 1990 eligió como presidente a Alberto Fujimori. El 5 de abril de 1992, luego del autogolpe de Alberto Fujimori, García pidió asilo al gobierno de Colombia, luego que se diera una intervención en su domicilio. Más tarde, García recalaría en Francia. García no regresó al país hasta 2001, ya que pendían denuncias sobre supuesto enriquecimiento ilícito, entre otros cargos. Sin embargo, estos temas nunca fueron sometidos a juicio, debido a que la acción del estado prescribió en el año 2000. El ex mandatario regresó al país y se postuló nuevamente a la presidencia el año 2001, donde perdió con Toledo, quien le entregará el mando el próximo 28 de julio, en coincidencia con la celebración del aniversario de la independencia peruana en 1821.