Qué miércoles. Después de la tempestad de viento y polvo, que generó daños varios, cortes de luz y accidentes con víctimas fatales, la noche llegó con un temporal de lluvia, tormenta eléctrica y granizo. Justo en la misma fecha, pero once años después, de la feroz pedrea que sacudió a Rosario en 2006.

Y, claro, la situación generó temores después de una jornada tan enrarecida y sobre todo, por la coincidenca: otra vez un 15 de noviembre.

Pero esta vez el granizo no tuvo la ferocidad de once años atrás. El tamaño de la piedra era el de una canica. Aquella vez, cuando la ciudad vivió una verdadera situación de emergencia, parecían pelotas de tenis, lo que generó un nivel de destrucción inusitado.