Un hombre comenzará a ser juzgado esta semana en Rosario, acusado de ser un violador serial que cometió 18 casos de abuso entre 2014 y 2018, en los que simulaba ser policía y obligaba a sus víctimas a desnudarse para ser revisadas en presuntos operativos antidrogas y luego someterlas sexualmente.

El Ministerio Público de la Acusación (MPA) anunció que el juicio contra Luis Marcelo E. (40) comenzará el jueves en el Centro de Justicia Penal, y la fiscal Carla Cerliani ya adelantó que solicitará que sea condenado a la pena de 50 años de prisión.

El acusado está casado, tiene tres hijos y residía con su familia en la ciudad bonaerense de San Nicolás, hasta que fue detenido en agosto del año pasado.

Lo arrestaron por un caso de abuso de una adolescente de 14 años y una vez en prisión fue acusado por otros 17 hechos, cuyas víctimas fueron mujeres de entre 14 y 25 años, indicaron fuentes del MPA.

Serial

Según la acusación, a Luis Marcelo E. le atribuyen once casos de abuso sexual con acceso carnal, tres hechos de abuso sexual simple y otros tres en grado de tentativa.

Los casos registrados en la Justicia –y por los que fue imputado en diciembre pasado– fueron reportados entre el 4 de abril de 2014 y el 11 del mismo mes de este año.

En agosto del año pasado fue acusado de un nuevo abuso sexual, el número 18, por una chica de 14 años que fotografió la patente del auto que usaba el imputado, lo que permitió su detención ese mismo mes a bordo de un Fiat Duna junto a su familia, en la localidad de Soldini.

Esa foto, así como los registros de ADN extraídos de algunas de las víctimas y los anillos de sello que utilizaba el presunto violador serial, forman parte de las pruebas que la fiscal recolectó para la múltiple acusación.

El primer caso de violación atribuido se registró el 4 de abril de 2014 en la zona sur de la ciudad Rosario y tuvo como víctima a una chica de 18 años que esperaba el colectivo en una parada.

Como se repetiría luego en los demás testimonios de las víctimas, el hombre dijo ser policía de Drogas Peligrosas y se mostró con un handy y ropas similares al uniforme policial.

Según la investigación, engañó a la víctima diciéndole que buscaba a tres jóvenes con drogas y que tenía que acompañarla hasta una comisaría para tomar sus datos y recabar antecedentes.

Tras llevarla a un lugar descampado, la víctima advirtió lo inhabitual del operativo y "le ofreció plata" pero "le dijo que no, que tenía que sacarse la ropa para que él revise si tenía droga", se lee en la acusación.

Agrega que dejó el arma y un carnet con su foto que decía "policía" y tras desnudar a la adolescente abusó sexualmente de ella, hasta que la víctima pudo escapar y conseguir un remís en un barrio Fonavi de la zona, para luego hacer la denuncia.

La misma modalidad empleó el acusado –según la fiscal Cerliani– el 18 de mayo de 2014, el 8 de octubre, el 20 del mismo mes, el 10 y el 29 de noviembre de ese año.

Sus víctimas tenían, al momento de los hechos, entre 14 y 25 años y en su mayoría eran jóvenes de condición vulnerable, que el presunto autor utilizaba para acrecentar su falsa condición de policía.