Una investigación reciente relaciona la hipertensión en los niños con huesos más maduros que el promedio, lo que sugiere que una edad ósea avanzada podría predecir problemas cardiovasculares.

El nuevo estudio, publicado en la revista Hypertension, examinó a los niños y encontró que los que no eran hipertensos tenían huesos que reflejaban su edad cronológica con una precisión de cuatro meses. Pero para los niños hipertensos, hubo una diferencia promedio de casi dos años entre la "edad ósea" (16 años) y la edad cronológica (15 años).

"La maduración acelerada no es igual que la pubertad precoz, la aparición de señales de la pubertad antes de los 7 o los 8 años para las niñas y de los 9 para los niños", advirtió en una declaración el doctor Mieczyslaw Litwin, coautor del estudio y director del Instituto Conmemorativo de Salud Infantil de Varsovia (Polonia). "La maduración acelerada implica que la velocidad de la madurez biológica es superior al promedio. Hallamos que la maduración esquelética acelerada podría ser una señal de alerta preliminar del desarrollo de la hipertensión".

Los autores del estudio examinaron la edad ósea de 108 niños polacos blancos en el estudio examinando radiografías de la muñeca de la mano izquierda. Compararon la madurez de la estructura ósea con un atlas de referencia. Los investigadores informaron que hallaron que las estructuras óseas eran maduras en 20 de los 54 niños que no tenían hipertensión y en 48 de los 54 que sí.

"Es difícil imaginar que el proceso de madurez biológica se pueda revertir", comentó Litwin. "Pero pensamos que algunas modificaciones del estilo de vida, como el aumento en la actividad física y la modificación de la dieta pueden influir tanto en las a anormalidades metabólicas como en la velocidad de la maduración biológica".

Fuente: Health Day