Este martes cerraba la inscripción al Programa Familias y al Seguro de Capacitación y Empleo, las dos alternativas para quienes tienen el subsidio creado en 2002, que pronto caducará. Pero como menos del 50 por ciento de los 40 mil beneficiarios rosarinos acudió a hacer el trámite, el gobierno decidió extender la inscripción hasta el 15 de diciembre. Entre los que sí fueron, la mayoría prefirió el subsidio a la salida laboral.

Los planes Jefas y Jefes de Hogar Desocupados surgieron a principios de 2002, cuando el país atravesaba una de las peores crisis económicas y políticas de la historia, con empresas cerradas y un índice de desocupación alarmante. En ese contexto, el Banco Mundial aceptó la financiación de los subsidios que millones de trabajadores desocupados argentinos empezaron a cobrar, como una forma provisoria de paliar los efectos del desempleo.

Desde entonces, siguieron haciéndolo pero la situación del país cambió. Entre 1991 y 2001 se crearon 1,2 millones de puestos de empleo y en el último mes de octubre, el empleo en blanco experimentó un alza récord con el 0,7 por ciento de aumento en la creación de puestos de trabajo regularizados con relación a septiembre.

Si la desocupación sigue bajando, no habrá demasiados elementos para justificar ante el Banco Mundial la situación de crisis que motivó la creación de los planes Jefes de Hogar y por esa razón, desde la Nación se buscaron alternativas para que quienes quedaron desocupados en los últimos años, logren reinsertarse en el mercado laboral.

El 18 de septiembre, tanto el Ministerio de Trabajo de la Nación como los gobiernos municipal y provincial lanzaron una convocatoria a los beneficiarios de esos planes (son 40 mil en Rosario) a fin de asesorarlos sobre la conveniencia de optar entre dos posibilidades: pasar al programa Familias (que está orientado a personas que no finalizaron la educación media y tienen dos o más hijos menores a cargo) o bien inscribirse en el Seguro de capacitación y empleo (que apunta a capacitar laboralmente a los beneficiarios y conectarlos con el mercado de trabajo).

Quienes elijan el programa Familias recibirán un monto mensual proporcional al número de hijos a cargo, que varía entre 175 y 275 pesos y se comprometen a cambio, a mandar a sus hijos a la escuela, cumplir con el calendario de vacunación y realizar controles bimestrales en caso de embarazo.

Por su parte, los que opten por el seguro recibirán durante un máximo de dos años, además de la capacitación laboral, un monto fijo de dinero que será, en los primeros 18 meses de 225 pesos y en los últimos 6 meses, 200. Como contrapartida, los beneficiarios deben concurrir regularmente a la Oficina de Empleo municipal, participar de actividades propuestas y aceptar ofertas de trabajo adecuadas. Además, quienes deseen terminar sus estudios inconclusos, recibirán una suma adicional de 50 pesos mensuales para movilidad.

Originalmente la convocatoria terminaba este 5 de diciembre, pero ahora se extiende hasta el 15, en un intento porque más gente se pueda sumar a los planes alternativos.

“Durante estos casi tres meses, se presentó el 47,5 por ciento del total de beneficiarios", explicó Christian Recchio, gerente de empleo y capacitación del Ministerio de Trabajo de la Nación, a Rosario3.com. De ellos, sólo el 27 por ciento optó por el Seguro de Capacitación y Empleo. En contraposición, el 59 por ciento de quienes asistieron a completar el trámite prefirió pasar al programa Familias.

“Para interpretar correctamente estos datos, habría que tener en cuenta que el 88 por ciento de quienes hicieron el traspaso son madres de familia a cargo de varios hijos”, aclaró el funcionario.