Un estudio publicado por la revista “Archives of Pediatrics & Adolescent Medicine”, reflejó que uno de cada diez jóvenes desarrolla adicciones a Internet. Se marcó que quienes padecen déficit de atención con hiperactividad, fobias sociales o depresión, conductas hostiles los que tienen más probabilidades de quedar “atrapados en la web.
El estudio, que fue conducido por el doctor Chih-Hing Ko del Hospital Universitario Médico Kaohsiung, de Taiwán, halló diferencias entre ambos sexos. En tanto, datos de la agencia de medios Mindshare indicaron que el 45 por ciento de los adolescentes argentinos navega en Internet los siete días de la semana.
Casi un 15 por ciento permanece conectado más de tres horas por día; un 10 por ciento navega entre dos y tres horas, mientras que casi el 35 por ciento lo hace entre una y dos horas diarias. Entre las actividades más frecuentes esta chatear, de los cuales un 92 por ciento de los jóvenes lo hace con amigos y la mayoría se conecta antes de irse a dormir.
El estudio, recientemente publicado, marca que la adicción provoca el impacto negativo en la performance académica, en las relaciones familiares y en el estado emocional de los adolescentes, y se producen por el aislamiento que provoca y que se pierde la posibilidad de la vinculación interpersonal.
Fuente: Infancia Hoy
El estudio, que fue conducido por el doctor Chih-Hing Ko del Hospital Universitario Médico Kaohsiung, de Taiwán, halló diferencias entre ambos sexos. En tanto, datos de la agencia de medios Mindshare indicaron que el 45 por ciento de los adolescentes argentinos navega en Internet los siete días de la semana.
Casi un 15 por ciento permanece conectado más de tres horas por día; un 10 por ciento navega entre dos y tres horas, mientras que casi el 35 por ciento lo hace entre una y dos horas diarias. Entre las actividades más frecuentes esta chatear, de los cuales un 92 por ciento de los jóvenes lo hace con amigos y la mayoría se conecta antes de irse a dormir.
El estudio, recientemente publicado, marca que la adicción provoca el impacto negativo en la performance académica, en las relaciones familiares y en el estado emocional de los adolescentes, y se producen por el aislamiento que provoca y que se pierde la posibilidad de la vinculación interpersonal.
Fuente: Infancia Hoy
