Para hacer frente a la inseguridad y detener la ola de robos, en el barrio Santa Rita de la localidad de Granadero Baigorria, los vecinos se organizaron de una singular manera. “La idea fue estar seguros pero sin militarizar el barrio y reforzando los lazos de solidaridad entre los habitantes de la zona”, contó a Rosario3.com Ángel Peruch, vicepresidente de la vecinal Santa Rita.

 

Un silbato, una red telefónica y carteles con la leyenda impresa “Vecinos vigilando”  son las únicas armas efectivas que la comunidad de Santa Rita encontró para contrarrestar el delito en el marco de este proyecto alternativo de seguridad. “Todo surgió cuando hace un mes intentaron robar una vivienda de la zona. Una vecina detectó los movimientos de los ladrones y llamó automáticamente a la policía y también alertó a otros habitantes del barrio”, explicó Peruch.

 

A partir de entonces, los vecinos comprendieron que era posible una intervención con sentido comunitario para resolver entre todos la problemática de la inseguridad. “Creemos que es necesario comprometernos con el tema; de esta manera confeccionamos listas de teléfonos, portamos todos un silbato, una sirena, una campana, lo que se tenga a mano para hacer ruido y avisar al resto de algún hecho extraño que veamos”, escribió hace unos días en el foro de Rosario3.com Laura, vecina de Granadero Baigorria y miembro de esta red de seguridad barrial. El mensaje de Laura sumó una nueva punta al debate sobre qué hacer ante la inseguridad.

 

“Se llama a la policía, no se trata de hacer justicia por mano propia ni actos heroicos. No queremos más policía, sino mejor policía”, concluyó el relato de Laura acerca de su experiencia.

 

El proyecto encarado por los vecinos de Granadero Baigorria desde hace un mes incluye actualmente la participación de entre 30 y 40 familias que viven en tres manzanas –comprendidas entre Costanera, Misiones, Hipólito Irigoyen y pasaje Perú– del barrio Santa Rita. “Para ponerlo en marcha se hicieron algunos simulacros que incluyeron la participación de los vecinos y de la policía. Pero para no poner al vecino en una situación limite y de crisis, ahora se está trabajando con ensayos únicamente. Todo comienza cuando se ve que alguien intenta entrar a una casa y ahí se toca el silbato de manera escalonada de casa en casa y se llama a la policía”, señaló Peruch.

 

El criterio básico de los vecinos que se organizaron en torno a esta iniciativa fue estar seguros pero evitar la “militarización del barrio y que los vecinos se armen para frenar la ola de robos”. “No nos interesa caer en el pedido tradicional de más presencia policial en las calles, más móviles y más uniformados”, expresó el vicepresidente de la vecinal Santa Rita.

 

En este sentido, Peruch manifestó que “desde que los vecinos se agruparon de esta forma en la zona no hubo más robos”. “Notamos que por lo menos se puso un freno a esos episodios, aunque quizás no sea una solución definitiva”, indicó.  

 

Por último, Peruch rescató que “la estrecha comunicación de los vecinos provocó una actitud solidaria y generó otros debates además del de la inseguridad. Se empezó a discutir sobre otros problemas del barrio como pavimentación, deforestación, iluminación”.