Carlos Rottemberg es presidente de la Asociación Argentina de Empresarios Teatrales y uno de los productores de espectáculos de mayor trayectoria en Argentina. Lleva 45 años en forma ininterrumpida realizando teatro en Mar del Plata, un dato que lo convierte en una de las voces autorizadas a la hora de analizar la actividad estival en las plazas teatrales del país. En diálogo con El Contestador (Radio 2), ofreció un pantallazo de la misma y, también, habló de la afición público argentino.
-¿Se puede hacer un primer balance de temporada teatral de este verano?
-El primer balance, la primera boca de urna, como digo a veces, está mostrando lo siguiente: por un lado, descartemos las dos últimas temporadas, porque la 2021 terminó antes de comenzar y la 2022 fue una temporada que cuando teníamos todas las expectativas sobre navidades llego la variante ómicron y enero se corrió, incluso con varios elencos que tuvieron que suspender funciones. Febrero después tuvo fuerza, incluso febrero terminó bastante bien, porque Carnaval, que es el pico de mes, cayó el año pasado 28 de febrero y 1 de marzo entonces es como que por lo menos febrero fue completo. Hecha esta aclaración, hay que tomar la comparativa con el verano 2020 que sería el inmediato anterior a la pandemia. La primera semana de enero tuvimos una paridad con la primera semana de enero de 2020, sin embargo después de 45 años de temporadas seguidas uno va haciendo proyecciones midiendo todo lo que pasó antes, y estaría dando más parecida a la temporada 2019, que fue inferior a la 2020, por una sencilla razón de explicar, la temporada comenzó atrasada, tuvimos el Mundial de Futbol hasta el 18 de diciembre y por otro lado los días más fuertes del teatro que son los sábados este final del 2022 no pudimos abrir por el tema de que 24 y 31 de diciembre cayó sábado. Doy todos estos datos para decir que es una temporada que se recuperó el público a la pre pandemia pero que no va a terminar siendo, para mi gusto, tan exitosa o al menos en la misma paridad que tuvo la del 2020”.
-Esta temporada en Mar del Plata van a convivir cerca de 150 obras teatrales…
-Sí, porque se mezclan los tres circuitos, tanto está el circuito que llamamos Comercial, no creamos que son números más altos que otros años, yo llegué a contar 230 títulos hace unos años atrás. Esta es una ciudad, la segunda más importante de la provincia de Buenos Aires, después de La Plata y es una capital del espectáculo porque entre otras cosas tiene dieciséis pantallas de cine, casi veinte Teatros Independientes, un Complejo Provincial, que es el Auditorium con varias salas, una sala municipal como Teatro Colón, todo el puñado, obviamente, de lo que llamamos Teatro Comercial, tiene una calle Rivadavia, que es un circuito muy marplatense de un tipo de espectáculos que no es ni Independiente ni Comercial, no tiene una identificación clara por lo menos como para ponerla con términos. A mí gusta decir esta es mi temporada número 45, lo hice sin faltar ninguna, y me parece decir que es un bastión de cada verano que, si bien tiene el movimiento de cada invierno también con el talento local, o de alguna gira que pasa por la ciudad, pero en verano se da esto bastante mágico que se produce hace tantos años, y nosotros en todo caso somos herederos de aquellos que lo descubrieron como una plaza que permitía tener el balneario como fundamental atracción y el espectáculo nocturno.
-¿Podemos decir que el argentino medio es un gran consumidor de teatro?
-Argentina es el único país del mundo que tiene más espacios escénicos que pantallas de cine en todo el territorio. Ustedes están en Rosario, ustedes piensen, por ejemplo, en Rosario, no hablemos de los hermosos teatros de Rosario, hablemos de los grupos independientes de teatros de la ciudad de Rosario. Quiero decir, está a la vista, mientras incluso algunos cines se cerraron otros se trasformaron, aparecieron en algún shopping los multipantallas, pero lo concreto es que el hecho artesanal de las artes escénicas incluso ahora se vio en la post vacunación, a mí no me gusta decir post pandemia porque la pandemia todavía existe, por eso digo post vacunación se está viendo como la tecnología compite con la tecnología y sin embargo el vivo tiene un atractivo. Ustedes en Rosario, el tema es la música, han hecho recitales en sociedad de algunos artistas que a lo mejor pudieron hacer un recital y en el año 22 hicieron cinco, y tenían demanda.
-En los últimos años, los productores de espectáculos fueron muy críticos con la gran oferta que había, en la temporada de verano, de espectáculos gratuitos que eran tomados casi como una competencia desleal…¿Esta situación se sigue manteniendo?
-Hay menos, yo creo que esto se fue acomodando, que fue una sorpresa hace unos cuantos años, yo siempre, por ejemplo, en la personal tuve una opinión no como empresario privado, a mí siempre me pareció bien que convivan, lo que yo siempre discutí no es la gratuidad, que la gratuidad es para el espectador, obviamente, no para el estado porque hay que pagarlo y tampoco para los artistas porque cobran, lo que siempre me hizo ruido son los contenidos. Vamos a un ejemplo muy claro, yo nací en un barrio de Buenos Aires que es el barrio de Mataderos y me acuerdo que mis viejos participaban de una comisión directiva de la sociedad de fomento y cuando Mercedes Sosa llegó de Tucumán y cantaba por un asado, por una comida cantaba, yo siempre sostuve que ahí tenía que estar el estado para promover con un costo, que obviamente no es alto porque no es figura conocida, pero para promover fundamentalmente el talento de esta figura, cosa que un empresario privado, me pongo de burro primero, no va a hacer con alguien que no tenga convocatoria. Siempre lo discutí con distintos gobernadores aquí en Mar del Plata, a mí me pareció siempre bien que hagan los recitales gratuitos, ahora, con que costos y a quien contratan. Contratan para competirle a aquel que está hecho y que tiene, no solo un costo alto, sino que tiene fundamentalmente la carrera armada y no necesita de eso, o el estado cumple un rol justamente dándole lugar al que el empresario privado no lo va hacer.
-Por el Mundial de Fútbol y las Fiestas de Fiestas, que cayeron los fines de semana que son días fuertes para las convocatorias de espectáculos, la temporada comenzó más tarde…¿esta va a ser una temporada más corta?
-Yo creo que va a ser más corta, en realidad también no es solo un tema económico y un tema de la propia actividad, también tiene que ver con que cambiamos el hábito de como vacacionar. Yo soy de la época en que la ruta 2, entre ciudad de Buenos Aires y Mar del Plata y la costa, donde se tardaba doce o trece horas en llegar, donde había gente que incluso hacia noche en Dolores en la mitad de la ruta, del camino, con lo que significaba llegar, pero que cuando llegaban se quedaban como mínimo un mes en Mar del Plata. Hoy cambio tanto todo esto, la gente mira el teléfono un viernes a la mañana, mira el pronóstico en el teléfono, y si anuncian lluvias dicen no vamos, la gente vacaciona ahora por cuatro días, cambió mucho, toda la costa argentina cambió también. Pensemos que antes para transitar desde Mar del Plata, esto lo viví, tengo 65 años y para llegar con mis viejos desde Villa Gesell hasta Mar del Plata había que esperar que no llueva porque si no nos quedábamos empantanados. Es totalmente diferente venir antes de la pandemia, que se vendían 400 mil boletos para salir en crucero desde Buenos Aires por siete días y pensaba estos 400 mil boletos son 400 mil argentinos menos que vacacionan en lugares tradicionales, y así todo. Me parece que es un combo que tiene varias aristas.