La actriz Delfina Chaves vive un gran momento profesional: es una de las protagonistas de Argentina, tierra de amor y vengaza (ATAV), la ficción éxito que seguís en la pantalla de el tres.

En una entrevista con la revista Gente, la actriz habló de aspectos menos conocidos de su vida.

Por la crisis del 2001, la empresa de papá se había fundido y en casa se hacía lo que se podía. El matrimonio con mamá estaba terminado. A él lo veíamos dos veces por semana y ella hacía malabares para alimentarnos con dos mangos”, contó Delfina.

En medio de esta situación, su madre, Alejandra, una ex modelo publicitaria, se derrumbó.

Si bien Delfina explicó que la mujer pasó por varios tratamientos psiquiátricos, no pudo revertir el cuadro que terminó en una adicción al alcohol.

Delfina sostuvo que por entonces su hermana Paula se hizo cargo de la economía hogareña.

“Fue una guerrera, decidida y protectora. Era ella la que llenaba la heladera de casa y me compraba ropa. Estaba pendiente de cada necesidad”, afirmó la actriz que encarna a “Lucía” en ATAV.

Lucía también reveló que de adolescente era “la rebelde”: “Contestaba siempre del peor modo. Era reactiva. Una pendeja de mierda. ¡Las cosas que le hice a mamá! Sin duda, estaba pidiendo atención a gritos. Cada conducta era un “¡Acá estoy! ¿Me ven?”.

“A los doce empecé a sufrir los primeros ataques de ansiedad. Fue difícil entenderlos, porque no distinguís si lo que estás viviendo es real, como si te alienaras. Eran años duros. Me habían dejado sola con mamá y nuestra relación no era la mejor. Me ocupaba mucho de ella”, relató Cahves.

En la entrevista también contó que, afortunadamente, hoy la mamá de “las Chaves” está recuperada y continúa en esa situación.