Un fotógrafo recorre la pampa húmeda siguiendo los rastros de la cultura rural, casi como un arqueólogo en tierra arrasada. Este es el puntapié inicial para construir, a partir de imágenes, un mapa visual de historias que giran en pequeñas localidades del interior argentino muchas de ellas casi en proceso de extinción.

-¿Cómo surgió la idea de este audiovisual?

-Fotosíntesis es un trabajo que nos llevó más o menos casi una década de realización. Empezó cuando lo conocí a Matías Sarlo, que es un fotógrafo que ahora vive en Lucio V López pero que es de Rafael Obligado (Buenos Aires), vivió mucho tiempo en Rosario y trabajo en todos los medios gráficos de la ciudad –El Ciudadano, Crónica, La Capital–. Yo también trabajo como camarógrafo en un medio acá local, y en las rondas así de trabajo nos cruzamos y un día me comentó que estaba por empezar un trabajo que tiene que ver con hacer una recorrida durante diez años por los pueblos, trazando una cartografía en la pampa húmeda. Me pareció que había una historia interesante para contar. Él, cabe destacar, es un fotógrafo que viene de un mundo rural, un ambiente rural. Como que conocía mucho el ambiente antes de empesar a hacer fotografía, entonces él sabía muy bien que era lo que quería buscar. La idea fue hacer un rastreo, un mapeo de lo que quedaba de la cultura rural a partir de este modelo de monocultivo sojización que se impuso en las últimas décadas. Yo siguiéndolo a él, era como el registro del registro. Él haciendo un registro de los lugares y yo registrándolo a él. No hay entrevistas, no hay vos en off. Es como un registro con alguna distancia sobre él.

-¿Qué situaciones extrañas o particulares encontraron en este recorrido? 

-Se dan cosas raras, por ejemplo en una de las muestras de Expoagro se estaba presentando un tractor de última generación con tecnología de la Nasa y la imagen es muy gráfica porque no tiene cabina ya directamente son como controlados con radares y con GPS, entonces como que, de alguna manera, eso también ha desplazado el trabajo o los saberes rurales, y como que cada vez los pueblos también se van desintegrando, hay mucha migración hacia las ciudades, porque tampoco hay trabajo. Esa es como una de las imágenes más simbólicas.

Con el tiempo muchos pueblos o parajes irán desapareciendo. O como el caso de las escuelas rurales. Los pueblos se van de alguna manera desintegrando, el trabajo es como el eje ordenador de los pueblos, de las ciudades, de los lugares, y cuando eso desaparece la gente de las comunidades se empiezan como a desarmar. El desafió por ahí era, al no haber entrevistas o voces en off, poner sobre la mesa algunos ejes y algunos temas. Es como muy gráfico, la desaparición o el abandono de una escuela rural, que se notaba cuando nosotros llegamos que hacia poquito había dejado de funcionar. Estaban los libros sobre las mesas, todo armado. Parecía como una imagen como de una bomba nuclear que cayó y la gente desapareció y quedo eso así en pie. 

La proyección de este documental se realizará este sábado 1 de octubre, a las 20.30, en El Cairo Cine Público de Santa Fe 1120. La entrada es libre y gratuita.