Keith Richards contó en una entrevista que, al morir, desea que sus hijas aspiren sus cenizas. Sí, como se lee.

Entrevistado por The Mirror, el guitarrista de 71 años, dijo que les dará “un cigarrillo” a Theodora (30) y Alexandra (28), fruto de su relación con Patti Hansen, para que cumplan en anhelo.

Según explicó el violero de los Rolling Stones, se trata de una tradición familiar.

Vale recordar que Keith –que también es papá de Marlon, Angela y Tara, fruto de su relación con Anita Pallenberg– reveló en una entrevista previa con NME que había aspirado a su progenitor.

“Esnifé las cenizas de mi padre (Bert, fallecido en 2002). Fue incinerado y no pude resistir mezclarlo con cocaína. No le hubiera molestado. Me sentó muy bien, todavía sigo vivo”, dijo Richards al medio británico, en abril de 2007.

Al día siguiente de la declaración, el músico lanzó un comunicado a través de la página oficial de la banda asegurando que “todo se trataba de un chiste”. Sin embargo, en 2010, confirmó que era cierto.

Bien, ahora va por el bis. Sólo resta esperar –y, ojalá, un tiempo largo– para conocer la respuesta de sus hijas